La palabra momia proviene del vocablo persa "mum" que quiere decir cera o betún, es decir que cuando se referían a "mummia" se referían a algo embadurnado o betuminoso. Esta circunstancia se liga al nombre que un celebre medico árabe le dio al llamado betún de judea, lo llamó "mummiya". El betún de Judea es un betún que arrastran algunos ríos y con la que, primero los egipcios y luego los griegos conservaban sus cadáveres. Se dice que esta sustancia tiene su origen en el Lago Asfeltites o ahora Mar Muerto. Conocido también como asfalto, el betún de Judea es una resina característica de lugares donde existen fuentes de petróleo pero en el mar Muerto existe de forma natural y se le puede ver sobre la superficie como manchas e color pardo negruzco con naturaleza grasienta. A la presencia de calor esta se ablanda y se puede percibir el olor a brea y con esto cubrían el cuerpo de los fallecidos. pero eso no es todo, utilizaban también un secante natural, un material conocido como natrón que es una mezcla de sales de sodio (carbonato sódico, bicarbonato sódico, sulfato sódico y cloruro sódico) existentes de manera natural en el antiguo Egipto. Se supone que la palabra significa "Divino" o "Puro" por lo que también se le llamaba "sal divina". El natrón es lo que ahora se conoce como sodio (Na). para el caso de ciertas partes del cuerpo de rápida descomposición como las vísceras, los egipcios lavaban concienzudamente estas con vino de palmera y especias y posteriormente se rellenaban de mira, anis o cebollas. Debidamente envueltas eran dispuestas ritualmente en los vasos canópicos elaborados en distintos materiales como tierra cocida, alabastro o piedra granítica y llenados de betún hirviendo hasta los bordes para que posteriormente se cubrieran con capas de los mismos materiales. Finalmente el vendaje, que como las otras partes, es esencial para este proceso, se reunían las vendas cortadas de tiras de lino que se cortaban específicamente d acuerdo al área a la que iban a cubrir, se utilizaban de 200 a 300 fragmentos en cada cadáver. Las vendas se untaban con aceites de varias especies, mieles, aromas, flores, hierbas y gomas que purificaban y perfumaban el cuerpo. El acomodo era muy complejo y requería de la presencia de embalsamadores y sacerdotes. Una vez colocadas las vendas se untaba la cabeza con aceites y se tapaban los orificios con aceite espeso. al finalizar y mediante un ritual un sacerdote colocaba en una de sus manos una sortija de oro así como otros elementos: mascara, collar, peto y sandalias.
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