hombres y mujeres ¿podran desepempeñarse en cualquier campo de investigacion cientifica?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:El género es una construcción psicosocial referida a los roles, comportamientos, expresiones e identidades socialmente construidos de niñas, mujeres, niños, hombres y personas con diversidad de género, mientras que el sexo se relaciona con los atributos biológicos de una mujer o un hombre. Aun cuando los términos
"sexo" y "género" suelen utilizarse de forma binaria, existe una diversidad considerable en la forma en que los individuos y los grupos los entienden, experimentan y expresan. En esta revisión narrativa se describen algunos aspectos relevantes acerca de la diferencia subjetiva que existe y favorece a los hombres frente a las mujeres en el ámbito de las ciencias e investigación, iniciando desde una perspectiva histórica a la luz de los movimientos feministas. En particular, se describe a la mujer en cuanto investigadora y creadora de conocimiento científico, como también en su calidad de sujeto de análisis. Se analizan además algunos conflictos derivados del sesgo de sexo aplicados a la investigación biomédica, y se entregan casos que ejemplifican el desmedro que ha acompañado históricamente al género femenino en este ámbito, su desconocimiento y poco reconocimiento cultural. Esta revisión es la última entrega de una serie metodológica sobre conceptos generales en bioestadística y epidemiología clínica desarrollada por la Cátedra de Metodología de la Investigación Científica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Chile, que pretende abordar una temática contingente y transversal a toda la investigación científica.
Explicación:espero que te sirva
Respuesta:Las mujeres hemos ganado muchos espacios en el medio científico. En Argentina, esto ha sido especialmente significativo. En 2015 llegamos a tener un 52 por ciento de investigadoras mujeres, en contraste con el 30 por ciento que se observaba a nivel mundial .El crecimiento de la cantidad de mujeres investigadoras fue de la mano de una política pública desarrollada entre 2003 y 2015 que permitió la expansión del sistema científico y que hoy se ha frenado. También fue fruto del reconocimiento de derechos (como la licencia por maternidad para las becarias), y de la sanción de protocolos de acción en casos de violencia de género, como el que existe en la UNMdP y en CONICET, que no sólo visibilizan un problema hasta ahora desatendido sino que suponen garantías concretas para mujeres en situaciones especialmente vulnerables.
Explicación: