¡Hola! ¿Podrían aconsejarme sobre cómo debo escribir una historia del subgénero literario Steampunk? estaría bastante agradecido con su ayuda.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
lo que no te recomiendo hacer:
Explicación:
Errores comunes al escribir Steampunk
Hace una temporada que estoy leyendo mucho material Steampunk, de todo tipo (en español, inglés y gallego; profesional o aficionado; de gran calidad, mediocre o directamente para tirar…); y comentando con autores y lectores qué nos gustaría leer, y dando y recibiendo consejos sobre cómo escribir Steampunk.
Hay muchas ideas y recomendaciones a seguir pero, como hizo Ben Kenobi cuando Luke escapaba volando de Dagobah, ahí van unos consejos rápidos que yo he aprendido últimamente:
Antes de nada, citemos la frase final de la convocatoria de Ediciones Nevsky (The Best Spanish Steampunk): «Se recuerda que los relatos no deben, necesariamente, desarrollarse en Londres.»
A algunos les pillará de nuevos y para otros será una obviedad, pero es algo que merece la pena tener en cuenta. El Steampunk no tiene la obligación de quedarse atascado en Londres ni en su niebla ni en sus misterios o sus asesinos famosos. Hay vida más allá de Londres y, por extensión, hay vida más allá de la Época Victoriana y de Inglaterra, incluso.
Esto nos lleva a otra frase de convocatoria. Esta vez, de la propia Ácronos II: «Se valorará especialmente que los relatos aporten un argumento y una historia que contar, que no se limiten simplemente a “pintar” imágenes o estética Steampunk. Buscamos historias, no solo descripciones de “cacharros”.»
Sí es verdad que el Steampunk tira mucho de lo estético y de la descripción de su alucinante tecnología. Sea porque le damos más importancia a esto que a la historia que vamos a contar (más propio del cine) o porque se nos haya ido la mano con la emoción del momento; es un error que hay que corregir. Al escribir o al corregir los manuscritos es bueno tenerlo en mente.
Si nos vamos a “meter” con la Historia (con la Historia, con mayúsculas) debemos tener muy en cuenta qué terreno pisamos y no lanzarnos a inventar con la excusa de la ucronía. Si algo no tiene explicación en fantasía, puedes decir que es magia; si algún acontecimiento histórico está fuera de lugar en el Steampunk, puedes decir que es una ucronía. No, señor.
Aunque parezca que podemos hacer lo que queramos con la Historia, hay que saber medir muy bien el balance entre Historia auténtica e Historia alternativa; lo cual exige mucha, mucha documentación e investigación.
Además como sucede con cualquier género o historia que contar, por muy ficticio, ucrónico, anacrónico o “what if…” que sea nuestra historia; debe ser verosímil. Si manipulamos la Historia auténtica para adaptarla a nuestro antojo, debemos crear un universo creíble y verosímil. Los acontecimientos que contamos deben sostenerse por sí mismos; y si creamos una ucronía a partir de un punto concreto, las consecuencias de ese cambio en nuestra línea cronológica debe seguir una lógica y no ser zarandeadas a nuestro antojo. Además, cuanto más se separen en el tiempo nuestra narración y ese punto, más difícil será sostener la historia.
Por supuesto, el género debe evolucionar y ser ambicioso. Estamos en un momento en el que se busca que las historias sigan adelante y no se atasquen siempre en los mismos tópicos (por ejemplo, Ácronos II no quiere contar lo mismo que Ácronos); debemos ir más allá.
Por eso es bueno huir de los temas manidos, como la reflexión sobre la humanidad que puede tener un autómata; la guerra de las corrientes Edison-Tesla; las biografías de Tesla (lo que, hablando ayer con una autora, calificó de “tesladas”)… aunque no está mal seguir con ellas si ganan puntos en originalidad y aportan nuevas e interesantes historias.
Y si jugamos con el victorianismo, no debemos tener miedo a que una historia sea demasiado victoriana. No hay por qué ponerle un brazo de metal a un lord inglés solo para llamarle Steamer en lugar de solo victoriano. Lo victoriano nunca hace daño. A partir de ahí, lo Steampunk vendrá rodado con la propia ficción.
Respuesta:
El steampunk es un subgénero literario, habitualmente ucrónico, e impulsado por las corrientes retrofuturistas, centrado en la segunda mitad del siglo XIX, en las épocas victoriana y eduardiana, momento en que la Revolución Industrial se encuentra en su apogeo. Interior del Nautilus imaginado por el artista Alphonse de Neuville en 1870.
Explicación:
feliz diA