hola necesito ayuda urgente para una tarea ayudenme por favor
PARTE I. VERDADERO/FALSO.
Instrucciones: A continuación se te dan varios ítems, coloca dentro del paréntesis una V en el que sea verdadero o una F en el que sea falso, tal como lo señala el ejemplo:
0- La poesía neoclásica se basa en fuentes documentales (F)
- Los jefes de la revolución se copiaron la Declaración de los derechos del hombre de 1814 (. )
- Don Pedro González invadió Trujillo con una columna de coreanos (. )
- El partido de la independencia se intimidó ante el aspecto de numerosos enemigos (. )
-Bolívar se sintió sólo en la desesperada lucha independentista (. )
- A principios del año 14 la República naciente estuvo próxima a la muerte (. )
PARTE II. DESARROLLO.
* Precise los hechos de carácter histórico que presenta Juan Vicente González en el texto leído.
* Seleccione del texto, dos expresiones en las cuales se observe la presencia del yo del poeta.
* El autor (González): ¿Toma partido de los hechos históricos o se limita a presentarlos de forma impersonal? Razones su respuesta (apoye su razonamiento con el texto leído)
* Extraiga del texto las siguientes figuras literarias:
- Interrogación
- Exclamación
- Hipérbole o exageración
* ¿Qué héroe se destaca en el fragmento leído?
Criterios de corrección:
Capacidad de análisis
Coherencia y cohesión en las repuestas (sentido)
Texto a trabajar:
Biografía de José Félix Ribas. Página 32 del Libro de *Raúl Peña Hurtado* 5 año
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
ECUACIÓN DE LA CIRCUNFERENCIA CON CENTRO (h,k)
(x-h)² + (y-k)² =r², donde (h,k) es el centro y r es el radio. Para determinar la ecuación ordinaria de a circunferencia se necesita las coordenadas del centro y la medida del radio. Ejemplo: Escribir la ecuación de la circunferencia de centro (3, 4) y radio 2.
Explicación:
Había una vez una dulce niña que quería mucho a su madre y a su abuela. Les ayudaba en todo lo que podía y como era tan buena el día de su cumpleaños su abuela le regaló una caperuza roja. Como le gustaba tanto e iba con ella a todas partes, pronto todos empezaron a llamarla Caperucita roja.
Un día la abuela de Caperucita, que vivía en el bosque, enfermó y la madre de Caperucita le pidió que le llevara una cesta con una torta y un tarro de mantequilla. Caperucita aceptó encantada.
- Ten mucho cuidado Caperucita, y no te entretengas en el bosque.
- ¡Sí mamá!
La niña caminaba tranquilamente por el bosque cuando el lobo la vio y se acercó a ella.
- ¿Dónde vas Caperucita?
- A casa de mi abuelita a llevarle esta cesta con una torta y mantequilla.
- Yo también quería ir a verla…. así que, ¿por qué no hacemos una carrera? Tú ve por ese camino de aquí que yo iré por este otro.
- ¡Vale!
El lobo mandó a Caperucita por el camino más largo y llegó antes que ella a casa de la abuelita. De modo que se hizo pasar por la pequeña y llamó a la puerta. Aunque lo que no sabía es que un cazador lo había visto llegar.
- ¿Quién es?, contestó la abuelita
- Soy yo, Caperucita - dijo el lobo
- Que bien hija mía. Pasa, pasa
El lobo entró, se abalanzó sobre la abuelita y se la comió de un bocado. Se puso su camisón y se metió en la cama a esperar a que llegara Caperucita.
La pequeña se entretuvo en el bosque cogiendo avellanas y flores y por eso tardó en llegar un poco más. Al llegar llamó a la puerta.
- ¿Quién es?, contestó el lobo tratando de afinar su voz
- Soy yo, Caperucita. Te traigo una torta y un tarrito de mantequilla.
- Qué bien hija mía. Pasa, pasa
Cuando Caperucita entró encontró diferente a la abuelita, aunque no supo bien porqué.
- ¡Abuelita, qué ojos más grandes tienes!
- Sí, son para verte mejor hija mía
- ¡Abuelita, qué orejas tan grandes tienes!
- Claro, son para oírte mejor…
- Pero abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
- ¡¡Son para comerte mejor!!
En cuanto dijo esto el lobo se lanzó sobre Caperucita y se la comió también. Su estómago estaba tan lleno que el lobo se quedó dormido.
ECaperucita rojan ese momento el cazador que lo había visto entrar en la casa de la abuelita comenzó a preocuparse. Había pasado mucho rato y tratándose de un lobo…¡Dios sabía que podía haber pasado! De modo que entró dentro de la casa. Cuando llegó allí y vio al lobo con la panza hinchada se imaginó lo ocurrido, así que cogió su cuchillo y abrió la tripa del animal para sacar a Caperucita y su abuelita.
- Hay que darle un buen castigo a este lobo, pensó el cazador.
De modo que le llenó la tripa de piedras y se la volvió a coser. Cuando el lobo despertó de su siesta tenía mucha sed y al acercarse al río, ¡zas! se cayó dentro y se ahogó.