hola me podrian ayudar con una pregunat porfa En qué medida depende mi existencia de la sociedad?
Respuestas a la pregunta
VIDA EN SOCIEDAD
Los hombres viven en sociedad no porque son hombres, sino porque son animales.
Los animales se agrupan formando parejas, familias, rebaños, etc., con el fin de reproducirse, buscar alimento, ayudarse mutuamente, es decir, convivir.
También los hombres forman agrupaciones a través de las cuales pretenden alcanzar unos determinados fines.
El hombre es un ser sociable por naturaleza. Quiere ello decir que ha nacido para vivir con otros hombres, para relacionarse con los demás, para convivir. Un hombre no puede vivir sólo, absolutamente aislado, sin mantener ningún contacto con los demás hombres. Cuando esto ha ocurrido, cuando algún hombre, por circunstancias especiales, se ha visto aislado, si ha sobrevivido se ha convertido en un ser extraño, muy próximo al animal.
Lo que hace del hombre un ser sociable son una serie de necesidades que tiene que satisfacer. Algunas de ellas son necesidades materiales, tales como procurarse alimento, vestido, refugio, etc., para lo cual ha de contar imprescindiblemente con la participación de otras personas. Y si esto ocurre a lo largo de toda la vida del hombre, de forma mucho más acusada en sus primeros años, en los que el niño se encuentra absolutamente indefenso. Pero hay otro tipo de necesidades: las necesidades espirituales. El hombre necesita comunicar a los demás sus alegrías o sus tristezas, hacer a alguien partícipe de sus éxitos o sus fracasos, expresar sus sentimientos y anhelos por medio de la palabra, don inútil e innecesario en el hombre si éste no fuera sociable.
Las abejas o las hormigas, pertenecen al grupo de los denominados insectos sociales, precisamente por eso, por vivir agrupados formando lo que en zoología recibe el nombre de sociedad. Pero esa sociedad difiere mucho de cualquier otro tipo de sociedad constituida por seres humanos.
La sociedad que constituyan las abejas de una colmena basa su organización en el instinto inmutable de sus miembros; es decir, en la manera de realizar cada operación de forma idéntica a como se hacía miles de años atrás. Y así, en efecto, las abejas actuales fabrican la miel siguiendo exactamente el mismo proceso que siguieron las abejas de la época de Jesucristo. Las sociedades humanas, en cambio, basan su organización en la inteligencia de los hombres, facultad superior que ha hecho posible el perfeccionamiento de todo tipo de técnicas y la elaboración del progreso.
Todos los individuos que entran a formar parte de una sociedad han de hacerlo libremente y con la intención de ser útiles a la misma. Por consiguiente, estarán obligados a contribuir en la medida de sus fuerzas al buen funcionamiento de la misma, colaborando, aportando ideas y sometiéndose de buen grado a la autoridad que la dirija, cumpliendo fielmente las normas que se dicten.