Historia hidráulica del agua en el México prehispánico mas de una hoja de computadora
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Respuesta:
:3
Explicación:.....
Desde sus orígenes, las sociedades humanas encontraron
la forma de procurarse alimento, agua y abrigo acordes
con las características de los hábitats que colonizaron en
el planeta azul. Las primeras formas de subsistencia tuvieron larga duración en la historia de la humanidad, basadas
en la caza, la recolección y la pesca, y con una vida errante.
Las formas agricultoras que siguieron, fundamentadas en
la producción artificial de alimentos, tienen tan sólo unos
milenios, sin que esto signifique que las formas cazadorasrecolectoras-pescadoras nómadas o seminómadas hayan
dejado de existir como hasta el presente. Y así como variaron los modos de producción, igualmente sucedió con las
formas de procurarse el agua necesaria, desde aquellas
más antiguas en que éstas se usó directamente en las
fuentes mismas, sin modificación alguna, hasta las muy
elaboradas actuales, que permiten captarla y conducirla
desde fuentes muy lejanas hasta las viviendas, pasando
por su empleo como fuerza motriz y otros muchos y variados aprovechamientos.
Entre los habitantes que poblaron América, y particularmente el territorio del México actual, la relación con el
agua siguió caminos similares a los del resto de la humanidad. La primera domesticación de una planta y el inicio
del cultivo tuvo lugar hace 10 mil años (Cucurbita pepo,
calabaza). Más tarde, en una época aún no determinada
pero que seguramente tuvo lugar en el curso del desarrollo de la actividad agrícola, los cultivadores incipientes
ensayaron y perfeccionaron los métodos y técnicas para
asegurar el suministro de agua para beber, para irrigar los
campos y muchas otras que cristalizaron en el curso de
los siglos y que hoy conocemos parcialmente gracias a las
investigaciones arqueológicas e históricas realizadas sobre
todo a partir del siglo XX.
Enseguida se presenta una síntesis de los tipos de
obras hidráulicas que existieron en la antigua Mesoamérica (superárea cultural que en el siglo XVI abarcaba el
centro y el sur de México y gran parte de Centroamérica), así como las fuentes de agua utilizadas, haciendo
Obras hidráulicas
para usos domésticos
Agua de lluvia. La recolección y el almacenamiento de agua
pluvial fueron prácticas comunes en Mesoamérica desde
tiempos muy antiguos, fuera en recipientes en depósitos
subterráneos, o a cielo abierto. El agua se captaba mediante
canales y zanjas, aprovechando el agua rodada (en patios
y casas, o en el campo, en jagüeyes, mediante bordos,
entre otros), o bien, conduciéndola desde los techos de las
viviendas y edificios por medio de canoas o canjilones de
madera o pencas o canalitos, a los depósitos. En las viviendas el agua se almacenó en recipientes de barro, enterrados o no, así como en pilas o piletas de barro, cal y canto,
piedra, excavados en el suelo, recubiertos o no con piedra
o argamasa y estuco.
Entre los almacenes subterráneos domésticos de
mayor antigüedad en el área se encuentran los de San
José Mogote (1000 a.C.) y Tierras Largas (1000-900
a.C.), Oaxaca (Marcus 2006:233). Otros depósitos
subterráneos son los chultunes o cisternas mayas, que se
cuentan por miles en la península de Yucatán, que fueron
vitales para los asentamientos prehispánicos y que persisten hasta el presente (Zapata 1982).
En lo que respecta a los depósitos pluviales a cielo
abierto, destacan los jagüeyes, que fueron muy comunes
en el centro y el sur de México, en especial en las zonas
áridas y semiáridas donde el nivel freático estaba muy
bajo o el suelo era rocoso y resultaba muy difícil alcanzarlo mediante la excavación de pozos someros. A los
jagüeyes, hechos artificialmente o acondicionados aprovechando hondonadas naturales, situados en terrenos
cercanos a cerros y lomeríos, se canalizaba el agua de las
pequeñas corrientes pluviales o de los escurrimientos de
los cerros y techos aledaños. Otro tipo de depósito pluvial
prehispánico, recientemente identificado por el arqueólogo Lorenzo Ochoa en la Huasteca meridional, y a diferencia de los jagüeyes que son de tierra, está recubierto
con piedra basáltica columnar
Obras hidráulicas
para la irrigación agrícola
Si el agua de lluvia fue durante milenios la fuente primordial que alimentó los cultivos, esto no impidió que tal
“agricultura de temporal” (posible de practicar con hasta 600-700 milímetros de lluvia promedio anual) se combinara desde épocas muy antiguas también, con alguna
forma de riego y que, con el tiempo, éste fuera adquiriendo cada vez más importancia. De hecho, los restos de
sus obras son, en forma similar a los de las plantas domesticadas, una clara evidencia del desarrollo civilizatorio
alcanzado por las antiguas sociedades mesoamericanas