historia del dibujo ilustrado
Respuestas a la pregunta
Ilustración del Código Vidobonensis (1550).
La ilustración se inicia con el nacimiento de la imprenta. Como la invención de la imprenta dio un golpe de muerte a los manuscritos, los miniaturistas se dedicaron a ilustrar con sus composiciones y rúbricas iluminadas las iniciales y márgenes de los hoy llamados incunables. La impresión, en Harlem, de planchas xilográficas en colección como la célebre Biblia de los pobres, el Spéculum humanae salvationis y el Cantar de los cantares, anteriores a la invención de la imprenta implicaba la pronta aparición de viñetas grabadas en los libros.
Las primeras viñetas tiradas junto con el texto y grabadas en madera o cobre, aparecieron en en los siguientes lugares:
en Florencia en 1496 en los Sermones de Savonarola;
en Venecia en 1499 en el Sueño de Polifilo;
en Lyon, en 1487 en el Libro de horas, de Simón Vostre;
en Basilea, en 1538 en La danza de los muertos, de Holbein.
Edición de Don Quijote de 1605.
Hasta mediados del siglo XVI los grabadores de imágenes trabajaron poco menos que desconocidos para los libreros con la ventaja de que sus planchas podían ser tiradas al mismo tiempo que el texto lo cual no era óbice a que se intercalaran también láminas sueltas. En el transcurso del siglo XVII y sobre todo, XVIII, se perdió casi por completo el arte de grabar en madera, sustituyéndose por el grabado en cobre o calcografía, al buril o el aguafuerte, tirados en talla dulce sobre la misma hoja que el texto. De aquel entonces, datan varias ediciones de valor inestimable tanto más cuanto las tiradas eran muy cortas. Tales, entre otras, son:
el Decamerón;
los Cuentos de Marmontel y las Tragedias de Corneille, ilustradas por Graveloti;
las Fábulas, de Lafontaine ilustradas por Eisen (edición llamada de los Arrendatarios generales);
Dafnis y Cloe, con grabados de Prud'hom;
etcétera.