Química, pregunta formulada por ferneynaca, hace 2 meses

historia de la asepsia - caso semmelweis​

Respuestas a la pregunta

Contestado por anglik3107
0

Semmelweis descubrió que la incidencia de la fiebre puerperal podía ser disminuida drásticamente desinfectándose las manos en las clínicas obstétricas.

El gran logro de Semmelweis fue, a mediados del siglo XIX, descubrir el origen infeccioso de la fiebre puerperal logrando controlar su aparición con una simple medida de antisepsia, luchando con la oposición de sus colegas médicos que no aceptaron sus observaciones que, por primera vez en la historia de la medicina, estaban contrastadas con gran cantidad de datos estadísticos. Descubrió por primera vez que la infección nosocomial de pacientes por las manos contaminadas del personal sanitario era una de las formas comunes de diseminación de los agentes infecciosos.

Semmelweis, en el año 1847, propuso lavarse cuidadosamente las manos con una solución de hipoclorito cálcico cuando él trabajaba en la Primera Clínica Obstétrica (Clínica I) del Hospital General de Viena, conmovido por lo que observaba, empezó a recopilar información, a cuantificar datos y concluyó que una materia transportada por las manos de los médicos y estudiantes que tenían a su cargo la atención de las madres en trabajo de parto en la Clínica y generaba en ellas la fatal enfermedad. Propuso el uso de soluciones con cloro para el lavado de manos de los médicos y estudiantes de medicina, antes y después de atender y examinar a sus pacientes.

Esta medida se inició a mediados de mayo de 1847. Minuciosamente anotó durante temporadas el comportamiento de las muertes y descubrió que, con la simple medida del lavado de manos, éstas disminuyeron extraordinariamente. Consultó los archivos y registros del hospital de maternidad de Viena desde su apertura en 1784 hasta 1848. Elaboró tablas con los datos de partos, defunciones, y tasas de mortalidad para esos años. Registró enormes diferencias en las tasas de mortalidad, por ejemplo, del 12,11% en 1842 contra el 1,28% en 1848.

Comprobó el efecto fatal de la atención obstétrica por parte de los estudiantes de medicina, estudiantes que provenían de hacer autopsias y prácticas con cadáveres, en comparación con las tasas menores de mortalidad entre las pacientes asignadas a las matronas en la Clínica 2, quienes no tenían contacto con los estudios anatómicos en cadáveres.

Por parte de la sociedad científica responsable de analizar el problema, se daban razones de lo más dispares, desde la muerte por la angustia que causaba el sonido de la campanilla del monaguillo que precedía al sacerdote, cuando éste se dirigía allá para administrar los sacramentos a las moribundas, la vergüenza que sentían las mujeres ante los estudiantes, hasta la mala ventilación.

Semmelweis era consciente del absurdo de esas interpretaciones, pero no así cuál era la causa que producía la fiebre puerperal. Todo cambió con la muerte de un amigo y colega suyo del hospital, que durante la realización de una autopsia en una de las clases que impartía, un alumno lo hirió con el bisturí en un dedo. Observó que los síntomas que observaba eran los mismos que los de las mujeres fallecidas por la fiebre y que los hallazgos de su necropsia fueron, en todo, similares.

Semmelweis defendió con vigor su descubrimiento y la salud de sus pacientes, “hay que terminar con la matanza”, escribió. “Una vez que se identificó la causa de la mayor mortalidad de la primera clínica como las partículas de cadáveres adheridas a las manos de los examinadores, fue fácil explicar el motivo por el cual las mujeres que dieron a la luz en la calle tenían una tasa notablemente más baja de mortalidad que las que dieron a luz en la clínica…“.

Se dio cuenta de que estas partículas cadavéricas entraban por el torrente sanguíneo de la persona afectada y que podía afectar no sólo a las mujeres que habían dado a luz, sino que también afectaba a las embarazadas y a sus propios hijos recién nacidos. Sus observaciones no fueron tenidas en consideración, siendo incluso amenazado por sus propios compañeros.

Otras preguntas