herencia que nos dejo el imperio bizantino
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El nombre del Imperio Bizantino proviene de su capital, sí ya se que su capital era Constantinopla pero esto solo fue así desde que el emperador romano Constantino reconstruyó la ciudad de Bizancio, de ahí su nombre (actualmente esta misma ciudad se llama Estambul). A diferencia del Imperio Romano de Occidente, el Imperio Bizantino aguantó las invasiones germánicas y no contrató como soldados a los bárbaros.
Definitivamente, a mediados del siglo XI, el Imperio Bizantino dejó de poder abastecer sus ejércitos debido a una gran crisis y comenzó a ir perdiendo territorios poco a poco, ya fuese de los musulmanes por el sur o de los cristianos por el norte. En el año 1453, los turcos tomaron Constantinopla y el Imperio Bizantino dejó de existir.
Cómo era el Imperio
Su organización político-administrativa: Al igual que los demás estados de su época, todo el poder económico, militar y administrativo residía en el emperador, que adoptó el título griego de Basileus. Además era él el que decidía de entre algunos candidatos quien sería el patriarca de Constantinopla (que viene a ser lo mismo que el Papa pero en la religión ortodoxa) por lo tanto este a cambio le consagraba y le permitía intervenir en los asuntos de la Iglesia.
La administración central: El emperador bizantino se apoyaba en una burocracia formada por funcionarios para poder gobernar su basto Imperio, y la recopilación de las leyes romanas por parte de Justiniano favoreció enormemente a la buena organización del Imperio. Territorialmente el Imperio se dividía en provincias llamadas thémas, gobernadas por strategos, que dirigían la administración y el ejército de la provincia.
El ejército: Fue como en todos los grandes imperios lo que permitió que estos se expandieran. Adoptó las tácticas de oriente y de occidente, y con esto se formó un ejército muy compacto para la época, basado especialmente en la caballería de catafractos (caballería pesada del desierto) y los tagmata, las fuerzas de élite del Imperio que desempeñaron un papel fundamental en la defensa de Constantinopla. La armada bizantina también tuvo un importantísimo papel ya que se encargó de defender el Bósforo para que Constantinopla no pudiera ser invadida por mar.
La economía bizantina
La agricultura: Al igual que en todos los reinos o Imperios que le sucederían, se dividía en grandes propiedades llamadas latifundios, que pertenecían a la nobleza o a los monasterios. También había pequeñas propiedades que pertenecían a los campesinos libres pero estos, con el tiempo, se fueron convirtiendo en siervos de los latifundios debido a las dificultades económicas.
La artesanía y el comercio: Debido a la estratégica posición de la capital del Imperio, este tuvo un comercio muy provechoso, ya que la capital controlaba el acceso al mar Negro, y estaba en la ruta más corta para pasar de Europa a Asia. Además también había otros lugares de importante comercio como Egipto o las regiones de Siria y Palestina, donde se encontraban las antiguas ciudades fenicias. En el propio imperio se fabricaban artículos de lujo como seda, tapices, orfebrería, marfil y esmaltes, a veces en grandes talleres del estado con una gran cantidad de operarios.
La Iglesia Bizantina
Para empezar no creo que haga falta decir que el Emperador, aunque no fuera el más alto cargo de la Iglesia, la controlaba a su antojo, tal y como dije al principio de “Cómo era el Imperio”. La Iglesia Bizantina al principio era la misma que la católica, pero las diferencias entre oriente y occidente condujeron a que se nombrara un “patriarca de Constantinopla”, que sería como un Papa para los bizantinos, y que definitivamente en el año 1054 comenzará a existir oficialmente la Iglesia ortodoxa, que se separó de la católica.
Un gran hecho a destacar en la Iglesia Bizantina son las guerras iconoclastas. Este conflicto surgió a raíz de que los emperadores bizantinos de los siglos VIII y IX prohibieran el culto a las imágenes religiosas en todo el Imperio, acusando a los que las adoraban de “idolistas” (imagínese lo idolistas que somos los sevillanos que nos pasamos toda la Semana Santa adorando a figuras de un Cristo o de una Virgen), aunque detrás de todo este embrollo lo que realmente sucedía era que los emperadores querían quitarle poder a los monasterios (estos últimos recibían dinero de la gente que entraba en los monasterios a adorar a las imágenes pero al perder esa fuente de dinero no podrían pagar los impuestos al estado y este se quedaría con sus latifundios).
espero te sirva de algo MUCHA SUERTE
Definitivamente, a mediados del siglo XI, el Imperio Bizantino dejó de poder abastecer sus ejércitos debido a una gran crisis y comenzó a ir perdiendo territorios poco a poco, ya fuese de los musulmanes por el sur o de los cristianos por el norte. En el año 1453, los turcos tomaron Constantinopla y el Imperio Bizantino dejó de existir.
Cómo era el Imperio
Su organización político-administrativa: Al igual que los demás estados de su época, todo el poder económico, militar y administrativo residía en el emperador, que adoptó el título griego de Basileus. Además era él el que decidía de entre algunos candidatos quien sería el patriarca de Constantinopla (que viene a ser lo mismo que el Papa pero en la religión ortodoxa) por lo tanto este a cambio le consagraba y le permitía intervenir en los asuntos de la Iglesia.
La administración central: El emperador bizantino se apoyaba en una burocracia formada por funcionarios para poder gobernar su basto Imperio, y la recopilación de las leyes romanas por parte de Justiniano favoreció enormemente a la buena organización del Imperio. Territorialmente el Imperio se dividía en provincias llamadas thémas, gobernadas por strategos, que dirigían la administración y el ejército de la provincia.
El ejército: Fue como en todos los grandes imperios lo que permitió que estos se expandieran. Adoptó las tácticas de oriente y de occidente, y con esto se formó un ejército muy compacto para la época, basado especialmente en la caballería de catafractos (caballería pesada del desierto) y los tagmata, las fuerzas de élite del Imperio que desempeñaron un papel fundamental en la defensa de Constantinopla. La armada bizantina también tuvo un importantísimo papel ya que se encargó de defender el Bósforo para que Constantinopla no pudiera ser invadida por mar.
La economía bizantina
La agricultura: Al igual que en todos los reinos o Imperios que le sucederían, se dividía en grandes propiedades llamadas latifundios, que pertenecían a la nobleza o a los monasterios. También había pequeñas propiedades que pertenecían a los campesinos libres pero estos, con el tiempo, se fueron convirtiendo en siervos de los latifundios debido a las dificultades económicas.
La artesanía y el comercio: Debido a la estratégica posición de la capital del Imperio, este tuvo un comercio muy provechoso, ya que la capital controlaba el acceso al mar Negro, y estaba en la ruta más corta para pasar de Europa a Asia. Además también había otros lugares de importante comercio como Egipto o las regiones de Siria y Palestina, donde se encontraban las antiguas ciudades fenicias. En el propio imperio se fabricaban artículos de lujo como seda, tapices, orfebrería, marfil y esmaltes, a veces en grandes talleres del estado con una gran cantidad de operarios.
La Iglesia Bizantina
Para empezar no creo que haga falta decir que el Emperador, aunque no fuera el más alto cargo de la Iglesia, la controlaba a su antojo, tal y como dije al principio de “Cómo era el Imperio”. La Iglesia Bizantina al principio era la misma que la católica, pero las diferencias entre oriente y occidente condujeron a que se nombrara un “patriarca de Constantinopla”, que sería como un Papa para los bizantinos, y que definitivamente en el año 1054 comenzará a existir oficialmente la Iglesia ortodoxa, que se separó de la católica.
Un gran hecho a destacar en la Iglesia Bizantina son las guerras iconoclastas. Este conflicto surgió a raíz de que los emperadores bizantinos de los siglos VIII y IX prohibieran el culto a las imágenes religiosas en todo el Imperio, acusando a los que las adoraban de “idolistas” (imagínese lo idolistas que somos los sevillanos que nos pasamos toda la Semana Santa adorando a figuras de un Cristo o de una Virgen), aunque detrás de todo este embrollo lo que realmente sucedía era que los emperadores querían quitarle poder a los monasterios (estos últimos recibían dinero de la gente que entraba en los monasterios a adorar a las imágenes pero al perder esa fuente de dinero no podrían pagar los impuestos al estado y este se quedaría con sus latifundios).
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EL QUE COJE LE DA COVID 100% COMPROBADO POR MI PICHULA
Explicación:
PURA VERDAD SOCIO DE COLOMBIA GONORREA
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