hay un género superior al de sustancia?
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Respuesta:
Resumen
En este artículo se abordan diversos aspectos de la prueba que Aristóteles presenta en Metafísica III 3, según la cual el ser no es un género. En particular, procuro delimitar la dimensión bastante restringida de su campo de aplicación, tomando en cuenta sus premisas en relación con las condiciones de una buena definición según el estándar de género y diferencia específica, y también trato de comprender la recepción poco entusiasta que tuvo ya en la Antigüedad, comenzando con Alejandro de Afrodisias.
Palabras clave: homonimia, género, ser, principios generales.
Abstract
In this paper, my aim is to investigate some features of the way in which Aristotle argues for his basic tenet that being is not a genus in Metaphysics III 3. The argument proves to be rather restricted, as it operates with premises specifying very special conditions for a good definition in accordance with the genus–plus–differentia pattern. It is argued then that this strong dependence on premises stemming from very specific philosophical schools accounts for its rather mitigated reception already in Antiquity, beginning with Alexander of Aphrodisias.
Key words: homonymy, genus, being, general principles.
Como es bien sabido, en el tercer libro de la Metafísica, Aristóteles presenta una prueba de que el ser no es el género supremo de todo lo que es, como tampoco el uno lo es. Esta prueba parece gozar de una posición central, pues sirve de fundamento a la tesis básica de la metafísica aristotélica con respecto a la difusión originaria e irreductible del ser en sus diferentes categorías. En este ensayo deseo analizar las pretensiones de esta prueba y el modo como Aristóteles intenta alcanzar su objetivo.
I
La prueba se encuentra en III 3 998b22–28, en lo que se ha convenido en llamar la séptima aporía. He aquí el texto:
No es posible ni que el ser ni que el uno sean un género único de los seres, pues, por un lado, las diferencias de cada género necesariamente son y cada una es una; por otro lado, es imposible que las especies del género o que el género, aparte de sus especies, se prediquen de las diferencias mismas, de suerte que si el uno o el ser fueran un género, ninguna diferencia sería un ser ni sería una. Sin embargo, si entonces el ser y el uno no son géneros, tampoco serían principios si los géneros fueran principios.
No hay grandes problemas con este texto. El manuscrito Ab simplifica la primera frase así: "no es posible ni que el uno ni que el ser sean un género"; el manuscrito E, por su lado, crea un paralelismo en las líneas 24–26: "o que las especies aparte del género o que el género aparte de sus especies" , lo cual, sin embargo, no afecta el desarrollo de la prueba.1 La segunda parte de la explicación se refiere al género sin sus especies porque, como se dice en la primera, si las especies del género no se predican de las especies, es muy posible que el género tampoco se predique, ya que de manera subrepticia traería consigo sus especies; la cláusula busca evitar esta posibilidad y con ello enfatiza que el género es, de suyo, lo que no se predica de las diferencias.2 La última frase necesita una interpretación. Literalmente nos dice que si es verdad que los géneros son principios, entonces el ser y el uno no son principios porque no son géneros. A todas luces, tal interpretación es demasiado endeble para asegurar el resultado esperado, pues el ser y el uno podrían ser principios, incluso no siendo genero