Exámenes Nacionales, pregunta formulada por andreagomez1582848, hace 10 meses

hay desigualdad entre los adultos? (padres y/o abuelos) ME AYUDANN​

Respuestas a la pregunta

Contestado por 123lool
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Respuesta:

La familia es el factor que más incide en el bienestar de los niños. Los padres deciden cómo alimentar a sus hijos y cuándo llevarlos al médico. El entorno familiar en el que crecen los niños puede ser positivo y cálido, o severo y frío. Al hablar y jugar, leer o contar historias (o no), los padres y otros miembros de la familia determinan cuánta estimulación reciben los niños. Además, los niños pasan la mayor parte de su tiempo, especialmente durante sus primeros y más cruciales años, en un entorno familiar. Están menos tiempo en la escuela que en compañía de sus padres y cuidadores. Todas estas decisiones tienen efectos profundos y duraderos en el desarrollo infantil.

¿Podrían depender estas decisiones de la crianza del nivel de desigualdad del país donde uno vive?

La desigualdad continúa siendo uno de los mayores desafíos en América Latina y el Caribe, perpetúa la pobreza y suele conducir a la desigualdad de oportunidades en las siguientes generaciones. En economías o entornos donde la desigualdad es alta, las probabilidades de ser extremadamente rico o extremadamente pobre son más altas que en economías más igualitarias y donde hay más personas de ingresos similares.

Un libro reciente de dos economistas muy respetados, Mathias Doepke y Fabrizio Zilibotti, que fue prominentemente resaltado en el Washington Post, muestra que la desigualdad no solo es un problema en sí mismo, sino que además es uno de los determinantes del estilo de crianza. Específicamente, los autores encuentran que los padres se relajan más y son más permisivos en entornos de baja desigualdad, donde las posibilidades extremas de terminar mendigando en las calles o convertirse en multimillonarios son bajas. Es el caso de países como Suecia, donde la movilidad social no se ve amenazada.

Por el contrario, en entornos más desiguales y donde los retornos a mayores niveles de educación y esfuerzo son altos, los padres (¡particularmente los más educados!) están más ansiosos y tienden a llevar a sus hijos a todo tipo de actividades que aumenten sus oportunidades de éxito en el mercado laboral en el futuro. Es que los padres con un estilo de crianza más estricto o controlador creen que pueden influir en qué lugar de la distribución de los ingresos caerá su hijo al crecer. Es el caso en América Latina y países como Estados Unidos y China.

Los autores definen tres estilos de crianza:

Relajado o permisivo: Son los padres y madres que dejan a sus hijos elegir libremente sus actividades según sus inclinaciones naturales.

Autoritario leve: Es aquel padre o madre que trata de moldear las preferencias de sus hijos con el objetivo de inducir decisiones que ven como propicias para el éxito futuro (como los “hiper-padres”)

Autoritario alto: Es el estilo en el que los padres restringen directamente las opciones de sus niños, es decir, les imponen directamente sus preferencias en lugar de intentar moldear a sus niños como en el estilo autoritario leve.

Los autores argumentan que la tendencia histórica en los estilos de crianza muestra una disminución del enfoque autoritario debido al incremento en los retornos económicos a la independencia. De hecho, datos de Estados Unidos muestran un estilo de crianza más relajado y permisivo en la época de la post-guerra, que es justamente la de menor desigualdad económica.

Sin embargo, las brechas entre ricos y pobres aumentaron nuevamente en todo el mundo en los últimos años (aquí se documenta el caso de EEUU, Francia, Gran Bretaña y otros países) y los estilos de crianza volvieron a ser más autoritarios e intrusivos. Por ejemplo, a pesar de que los padres estadounidenses ahora trabajan más horas que en el pasado, las horas que dedican al cuidado de sus hijos ha aumentado enormemente desde la década de 1980. Aunque aumentar la cantidad de horas dedicadas al cuidado de los niños es positivo, los datos muestran que, en paralelo, los estilos de crianza se volvieron más intrusivos.

En nuestra región son justamente los padres pobres, más vulnerables o marginalizados económicamente los que muestran actitudes más hostiles e intrusivas con sus hijos, tal como en las sociedades ancestrales. También los niveles de desarrollo infantil presentan grandes brechas según el nivel socioeconómico en las sociedades más desiguales, como muestra este estudio del Banco Interamericano de Desarrollo.

Explicación:

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