¿Hasta qué punto las guerras además de muertos dejaron enseñanzas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La principal lección de la historia, solía decir el gran historiador británico A. J. P. Taylor, es que no nos enseña nada. Tal vez porque los humanos, a diferencia de casi todos los animales, que rara vez tropiezan en la misma piedra, nunca aprenden de ella.
Explicación:
El miedo al otro
Mucho más importantes, en casi todos los enfrentamientos bélicos, que las causas materiales son las inmateriales. En el caso de la Gran Guerra, fueron decisivos los nacionalismos violentos, el miedo al otro, la revolución (económica, social, industrial, tecnológica, demográfica, comercial…) alumbrada en los últimos decenios del siglo XIX, el terrorismo, el anarquismo, la utopía, la pérdida del sentido del riesgo tras medio siglo de paz, el honor y el prestigio a cualquier precio, el revanchismo por la humillación en guerras anteriores, la desconfianza, la imprudencia, la complacencia, la ignorancia e ideas o corrientes intelectuales, como el darwinismo social y el marxismo, que (por causas naturales o económicas) daban por inevitable la confrontación y la victoria del más fuerte. Lo cual condujo a los estados mayores de las grandes potencias de la época a la trágica y conclusión de que, si la guerra era inevitable y —otro grave error— barata y de corta duración, era preferible atacar primero.
Líderes de poca monta
Y añade: «La tragedia de Europa y del mundo, vista desde hoy, estuvo en que ninguno de los actores clave de 1914 fue un líder con la suficiente grandeza e imaginación ni con el suficiente coraje para oponerse a las presiones que empujaban a la guerra».