Has un cuento policial, no importa si es corto, o al menos denme ideas pooooooorfavooor
Respuestas a la pregunta
En la comisaría principal de la pequeña ciudad de Torreroca, a la detective Piñango le llegó la noticia de una muerte que había conmocionado a gran parte de la ciudad. El obispo de la Basílica Mayor de la ciudad había muerto en extrañas circunstancias.
El padre Henry era muy querido por la comunidad. Los miembros de ésta destacaban sus constantes labores altruistas en pro de la población, además de su capacidad para integrar las distintas creencias del pueblo.
La detective Piñango recibió el informe de la autopsia, que indicó que el padre Henry había muerto súbitamente, pero que no había indicios de asesinato. Este informe lo firmó la forense Montejo, reconocida profesional de gran prestigio en Torreroca.
Sin embargo, Piñango desconfiaba.
―¿Qué crees tú, González? ―preguntaba la detective a su compañero de labores.
―En efecto detective, hay algo que suena raro.
Piñango y González acordaron entonces trasladarse hasta la casa parroquial, donde residía el sacerdote. Aunque no tenían una orden judicial para entrar, los policías se entrometieron en el hogar.
¿Qué son todas estas figuras, Piñango? ―preguntó González, incrédulo de lo que veía.
―Sin lugar a dudas, son imágenes budistas. Buda está en todas partes ― contestó.
―¿Pero el padre Henry no era católico? ―cuestionó González.
―Eso tenía entendido.
A la detective Piñango le pareció sumamente sospechosa la presencia de un pequeño frasco al lado de la cama del párroco. En el envoltorio decía que eran unas gotas de sándalo.
Piñango se llevó el frasco para analizarlo en la comisaría. Los resultados fueron inconfundibles: lo que contenía el frasco era arsénico, ¿pero quién podría haber asesinado al padre Henry? Todas las dudas recayeron en la comunidad budista de Torreroca.
Piñango y González se acercaron a la tienda de productos budistas que se encuentra diagonal a la plaza Mayor.
Cuando entraron, la dependienta se metió en la parte trasera a buscar algo, pero no regresó. Piñango se dio cuenta y salió a la calle, donde comenzó una persecución
―¡Detente! ¡No tienes escapatoria! ―gritó. En cuestión de minutos logró capturar a la encargada.
La mujer que atendía la tienda budista respondía al nombre de Clara Luisa Hernández. Rápidamente, después de su detención, confesó su crimen.
Resulta que Clara Luisa, mujer casada, mantenía una relación sentimental con el padre Henry. Éste le comunicó que ya no quería seguir con la misma y ella decidió asesinarlo.
por favor márcame como la mejor respuesta
Respuesta:
– La manzana asesina
Érase una vez, un pequeño pueblo llamado San Pedro de los Vinos. En él, la comisaría de su pequeño cuerpo de policía se encontraba de luto, pues recientemente había fallecido el comisario jefe, Ernesto Perales.
Aunque era un hombre mayor, su muerte sorprendió a muchos, lo que hizo que el dolor se embargara mucho más. Pero la oficial de policía Alicia Contreras no se creía el cuento de que había muerto durmiendo en su hogar, tranquilamente.
―Yo no me creo esa versión ―decía Alicia a sus compañeros.
―Era un hombre mayor. Tiene a su familia, le debemos respeto a su memoria y su descanso Alicia ―le replicó Daniela, una de las compañeras.
Sin embargo, otra oficial, Carmen Rangel, escuchaba con cierto interés las teorías de su compañera Alicia. A ella, tampoco le parecía muy correcto el relato de la muerte del comisario Perales. Ambas se dispusieron a hablar con la forense encargada, que no tuvo problema en, antes de que el cuerpo fuese enterado, hacerle una autopsia.
Cuando esta autopsia fue realizada, se llevaron una gran sorpresa. Aunque el comisario Perales era un ávido consumidor de manzanas, la sorpresa fue que en su estómago tenía manzanas, pero envenenadas con cianuro, ¿pero quién era la Blancanieves de esta historia?
― ¿Pero quién lo ha matado? ―preguntó Carmen, exaltada.
―Yo creo saberlo.
Recientemente, Daniela había tenido un hijo. Ella nunca dijo quién era el padre, ni tampoco fue un tema de importancia.
Algunos de los compañeros, habían afirmado que su hijo tenía un gran parecido al comisario Perales, algo que habían tomado como una cortesía.
―¡Has sido tú quien le ha matado! ―le gritó Alicia a Daniela. Esta última, sacó su arma y sin mediar tintas le disparó, sin conseguir matarla. Los demás compañeros le dispararon a Daniela, que después de ser detenida y llevada al hospital, confesó su crimen pasional.
listo :D