Hallazgos arqueológicos que se han realizado en El Salvador.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Joya de Cerén.
Sitio arqueológico Casa Blanca.
Antigua Escuela de Artes Santa Ana.
Museo Nacional de Antropología.
San Andrés.
Finca San Antonio.
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Los restos de tres osamentas humanas de más de 1, 600 años de antigüedad fueron presentadas este 4 de julio, por el Secretario de Cultura de la Presidencia, Dr. Ramón Rivas junto a arqueólogo japonés, Akira Ichikawa, al arqueólogo salvadoreño Oscar Camacho y al Sr. Marvin Morales, habitante de Nueva Esperanza, Jiquilisco, Usulután, donde se hizo el descubrimiento.
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“Este es el primer hallazgo de esta naturaleza que hemos realizado en los últimos años y permitirá al país conocer más sobre los primeros pobladores de esta región”, señaló el antropólogo y Secretario de Cultura.
La investigación fue coordinada por el investigador de la Sociedad Japonesa para la Promoción Científica del Museo Nacional de Etnología y director del proyecto, Akira Ichikawa y con la colaboración de la comunidad en el sitio arqueológico Nueva Esperanza, ubicado en la zona del Bajo Lempa.
Se trata de tres entierros prehispánicos, de por lo menos 1,600 años de antigüedad –según estudios preliminares-, en buen estado de conservación. Uno de los entierros “posiblemente corresponda a un joven de unos 5 años de edad” y los dos últimos es probable que “se trate de dos adultos mayores de 20 años”, afirmó el arqueólogo Óscar Camacho, técnico de la Secretaría de Cultura de la Presidencia.
El descubrimiento y la recuperación de las osamentas se realizó en abril de 2014 -en un período de dos semanas-, en una excavación de un pozo de 4 x 2 metros; a unos 100 metros de distancia al oeste del Centro Escolar Nueva Esperanza.
Los tres entierros estaban acompañados con ofrendas. Es importante destacar que dos de las osamentas se encontraban en posición sentada, con las piernas cruzadas; aspecto registrado en algunos sitios arqueológicos tales como Kaminaljuyú en Guatemala y Teotihuacán en México, los cuales constituyeron centros de poder en el territorio mesoamericano en la época precolombina.
Las osamentas encontradas se encuentran en proceso de limpieza y estudio por parte de la Dirección de Arqueología, ubicada en el Museo Nacional de Antropología “Dr. David J. Guzmán” (MUNA).
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Los restos se encuentran casi completos (85 %) y es necesario continuar con el estudio y, a futuro, con el análisis químico de las mismos (utilizando la extracción de una pieza dental y costilla de cada entierro) para así determinar aspectos tales como tipo de alimentación, sexo, edad, enfermedades que padecieron, la forma de vida, entre otros aspectos.
El sitio arqueológico Nueva Esperanza está cubierto por la ceniza del volcán de Ilopango, debajo de la cual se ha conservado evidencia arqueológica de un pueblo costeño prehispánico, posiblemente dedicado a la producción de sal.
En mayo del año 2007, dos estudiantes de la carrera de antropología de la Universidad Tecnológica de El Salvador -José Gilberto Berríos Chicas y Jesús Jacobo Domínguez, quiénes habían realizado investigaciones antropológicas en el área para elaborar sus tesis de graduación-, informaron de la presencia de materiales arqueológicos en el perfil del río canalizado El Espino que desemboca en la Barra de Santiago y aproximadamente 100 metros al oeste del centro escolar en la Comunidad Nueva Esperanza.
Después de la primera visita, los estudiantes avisaron a la Dirección de Arqueología de SECULTURA sobre el hallazgo. Luego de algunas reuniones con la comunidad de la localidad, la investigación arqueológica se llevó a cabo y se encontraron los restos arqueológicos -en la excavación se descubrieron seis posibles ofrendas cerámicas asociadas a los restos óseos y colocadas en posición boca abajo sobre la tierra de color café oscuro, es decir sobre el nivel de ocupación prehispánico, cubierto por las capas de ceniza volcánica del Ilopango-, e iniciaron los trabajos del 10 al 21 de diciembre del 2007.
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Desde entonces, en el sitio arqueológico Nueva Esperanza se han realizado dos temporadas de campo de excavación, levantamiento topográfico y estudios malacológicos, obteniendo diversos datos arqueológicos; abriendo nuevas puertas para la arqueología salvadoreña.
Los hallazgos en Nueva Esperanza (tres entierros prehispánicos), se enmarcan en el plan de trabajo de la investigación arqueológica del proyecto 2014-2016. En los próximos dos años, cada investigación anual contará con tres fases: la primera, excavación; segunda, recorrido arqueológico y la tercera, trabajo de gabinete; esto bajo la supervisión de la Dirección de Arqueología de la Secretaría de Cultura de la Presidencia.
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