Castellano, pregunta formulada por bfkajdxd, hace 8 meses

haga un cuento basado en el silencio y la escucha ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por Zoeelllaa
1

Respuesta: El cuento del silencio

Esta es la historia de un grupo de amigos que decidieron buscar un día el silencio más perfecto. Se pusieron un año de plazo, pasado el cual volverían a encontrarse y cada uno presentaría el resultado de su búsqueda.

Cuando se reunieron de nuevo, uno a uno fueron diciendo lo que habían encontrado. Todos estaban de acuerdo en que nuestro mundo era un lugar de variados y curiosos sonidos, y que no había resultado tarea fácil encontrar el silencio y, mucho menos, el perfecto. Esto es lo que cada uno presentó:

El silencio de las nubes

Quien pensaría que las nubes, una masa suave y esponjosa, blanca y volátil tuviera su ruido atronador… Sí, atronador, de la palabra Trueno. Que se produce porque se mueven los muebles allá en el cielo, o que son peleas, o vaya usted a saber. Pero en todo caso, las nubes suenan, vaya que suenan.

El silencio de los exámenes

Bueno, silencio, silencio… hay que reconocer que es uno de los silencios más distraídos. Voces, lo que se dice voces, no tiene; pero señas y murmullos, los que se puedan. ¿O sólo era yo quien intentaba hablar en los exámenes?

El silencio del teléfono

El silencio del teléfono es el silencio más falso que existe. Sus llamadas entran a cualquier hora y de cualquiera. Eso sí, el muy hipócrita, el teléfono, para lavar su conciencia tiene un modo “silencio” que o bien vibra, o se ilumina su pantallita o vaya usted a saber de lo que es capaz con tal de llamar la atención y romperlo (al pobre silencio verdadero).

El silencio de las piedras,

¿Quién dijo que las piedras no hablan? Pero si nos cuentan todo. No hay historia posible sin escuchar a las piedras. Sí, a su modo, hablan de un pasado geológico, arqueológico, histórico, a veces atronador. Y eso por no hablar de los terremotos y volcanes… o sea, que de silencio, nada.

El silencio de los amantes

Sí, silencio cuando se miran, por muy poco tiempo, pues pasado ese rato, comienza a flotar algún murmullo, palabras de amor, respiración agitada… Decididamente, los amantes callan por poco tiempo.

El silencio de las flores

Las flores reinan con su belleza silenciosa, aunque interrumpida muy a menudo por el zumbido de algún moscardón o alguna abeja o, en el peor de los casos, por un estornudo a destiempo.

El silencio hostil

Es el silencio que practican las ostras. De ostra, ostil. Es un silencio muy poco recomendable, pues cuando esa ostra se abre, casi siempre a destiempo, su silencio hostil suele terminar a voces.

El silencio del mar

Un silencio de color azul pero en el que es imposible adormecerse, pues cada ola suena diferente, cargada de espuma y de rumores. El mar hace música, todo el mundo sabe que nunca para de cantar.

El silencio de los pájaros

En su vuelo sí, con el batir de las alas escriben su silencio, pero por poco tiempo, pues en cuanto se posan comienzan a cantar y gorjear con mayor o menor fortuna. Que en silencio, silencio, ni un pajarito se queda.

El silencio de la siesta

Ay, el silencio más caro, el más difícil, tan a menudo roto por la tele, la cisterna, una mosca, un portazo… y muchos otros incordios que seguro que os podéis imaginar.

El silencio de la Luna

La luna engorda en silencio, sí, pero su alimento es el pan de los poetas, los músicos, las cantantes y demás seres que le cantan con el alma y a veces también a voz en grito.

El silencio de los cachorros, niños y animales, recién nacidos

Seres frágiles, hermosos y dormilones. Que no saben hablar, no pueden pedir, no saben reír, pero ay, sí saben gimotear y hacer ruidillos para mantener a su madre siempre atenta.

 

El silencio de la nieve

La nieve cae en silencio, sí. Pero lleva asociados muchos ruidos: el del júbilo de los niños asomados al cristal de las casas, de risas con los juegos de tirarse bolas y también de los ¡ay! con las caídas que ocasiona. Vamos, que la nieve de silenciosa nada. Es demasiado alegre.

El silencio de los libros

Las palabras de los libros son calladísimas. Pero el libro suena al hojearlo, cuando se cae, cuando se le golpea… y resuena en nuestro cuerpo con las emociones y comentarios que suscita.

El silencio del fuego

Qué poder el del fuego. Hipnótico, de belleza incomparable, sin palabras… pero atención que: chisporrotea, cruje, chispea, bufa, gime, explota… ¡Qué sustos sonoros, los del fuego!

El silencio del reloj

 

 


Zoeelllaa: son barios cuentos te conviene elegir 2 o 3 espero que te sirva lo saque de google y si no te gusto pone la pregunta que hiciste en google y te van a salir otros cuentos pero pone cuentos cortos
Otras preguntas