hacer un texto donde habla de la globalización , países desarrollados y subdesarrollados
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La migración internacional tiene profundas repercusiones en las estructuras básicas de los
países emisores y receptores. Se reconoce ampliamente que las desigualdades en los niveles de
desarrollo son el principal factor determinante de la migración. Por ende, si la globalización
conlleva una acentuación de estas desigualdades, las propensiones migratorias persistirán y hasta
podrían aumentar. Por otra parte, la creciente interdependencia entre las naciones amplía la
trasnacionalización de las comunidades y conduce a una diversificación de las modalidades de
movilidad. Otros factores que estimulan la emigración son la mayor difusión de pautas culturales,
patrones de comportamiento y aspiraciones, puesto que lleva a los posibles emigrantes a tomar más
conciencia de las desigualdades existentes en el mundo en cuanto a grado de desarrollo. Además,
los adelantos en las comunicaciones y el transporte reducen los costos directos de la migración.
A diferencia del pasado, la migración actual no está vinculada a la ocupación de regiones
despobladas; debido a su orientación predominante, de sur a norte, el reto de integrar a los
inmigrantes se plantea en sociedades altamente estructuradas, cuyas condiciones económicas,
sociales y demográficas difieren notablemente de las imperantes en los países de origen. La
integración de los inmigrantes en las sociedades de destino y la definición de sus derechos y
demandas de ciudadanía adquieren una importancia política de primer orden; las respuestas
institucionales son heterogéneas y en ellas se combinan posturas humanitarias y restrictivas, estas
últimas fundadas en la defensa de la soberanía. En los países emisores adquiere especial
importancia el vínculo con los emigrantes, que, además de representar una fuente de recursos,
ofrece un potencial de cambio e innovación. Este vínculo es la otra cara de la integración y, como lo
demuestran las comunidades de inmigrantes y sus redes sociales, es uno de los gérmenes de la
transnacionalización.
Es posible que la creciente demanda de trabajadores extranjeros con habilidades específicas,
como se constata en las políticas migratorias de los países desarrollados, contribuya a perpetuar y
profundizar las brechas que separan al mundo industrializado de los países en desarrollo. Si bien la
importación de capital humano que realizan los países desarrollados tiene consecuencias graves
para los países de origen (fuga de cerebros), la gradual conformación de un mercado global de
recursos humanos altamente calificados puede atenuar sus efectos en la medida en que propicie la
circulación y el intercambio de recursos humanos y la transferencia de conocimientos científicos y
tecnológicos.
Las organizaciones de inmigrantes en los principales países receptores, entre otras las que han
surgido en Estados Unidos, constituyen marcos de referencia para afianzar la identidad colectiva, y
posibilitan la globalización de sus expresiones culturales y la difusión de sus productos en las
sociedades receptoras. Estas organizaciones contribuyen al mantenimiento de estrechos lazos con
las áreas de origen de los inmigrantes, uno de los más importantes de los cuales es el envío de
remesas. La utilización, el origen, los canales de movilización y los efectos reales y potenciales de
éstas para el desarrollo de las comunidades receptoras sólo han sido parcialmente evaluados y las
políticas sobre la materia aún son escasas.
Pese a que los debates sobre la migración, sus determinantes y sus consecuencias despiertan
hoy en día más interés que nunca, las controversias que provocan estos temas dificultan la adopción
de acuerdos globales y orientaciones definidas al respecto. En los últimos años se ha hecho evidente
la necesidad de comprender que la migración internacional es un fenómeno que exige la adopción
de medidas multilaterales, basadas en la cooperación entre los Estados. También es evidente que los
gobiernos y organismos de la sociedad civil de los países de origen, de destino y de tránsito
comparten la preocupación por los derechos humanos de los emigrantes, vinculados tanto a la
decisión de emigrar o quedarse en el país de origen como a la posibilidad de ejercer su ciudadanía
en los países de origen y destino. Estas convicciones se ven reforzadas por la necesidad de aunar
esfuerzos en la lucha contra una forma de delincuencia que que reviste la mayor gravedad: el tráfico
de inmigrantes, objeto de lucro de organizaciones que operan a escala internacional
Explicación: