hacer un ensayo sobre la hambruna en Venezuela y sus principales causas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El hambre y los días
¿Qué está pasando con la alimentación del venezolano?
Prodavinci
La caída del consumo
El consumo de alimentos en Venezuela ha caído de forma significativa desde el año 2013. La Encuesta de Seguimiento al Consumo de Alimentos (Esca), del Instituto Nacional de Estadística (INE), registró que al contrastar el segundo semestre de ese año con el mismo período de 2012 los hogares redujeron la ingesta de alimentos en 55 de los 62 productos que incluye el informe. Los rubros que presentaron disminuciones importantes fueron: harina de maíz 16,5%, arroz 10,5%, pollo 7,4%, leche en polvo 7,5%, carne de res 7,3% y pasta 7,7%. En el primer semestre de 2014 continuó el deterioro y al comparar este lapso con el mismo período de 2013 cayó el consumo de 57 productos. En el siguiente gráfico se puede observar la caída del consumo desde el primer semestre de 2012 al primer semestre de 2014.
Oigan ustedes tmb me tienen que responder mis preguntas les va aparecer como respondido pero nada mas me escribieron algo nada que ver y es para el martes dale por favor plis
Según la Encuesta Nacional de Consumo de Alimentación (Enca) del INE de 2013 y 2015 el número de personas que comía más de tres veces al día disminuyó de 14.358.559 a 11.994.521, y la cifra del consumo inferior a tres comidas al día aumentó de 1.115.228 a 1.704.519, como refleja el siguiente gráfico.
¿Por qué el declive en el consumo?
Los venezolanos comen menos por la disminución de la oferta de alimentos y un proceso inflacionario que menoscaba la capacidad de compra del salario. El sector público juega un rol preponderante en la reducción de la cantidad de productos disponibles. Bajo el influjo de un salto sin precedentes en los precios del petróleo, Hugo Chávez, quien gobernó a Venezuela desde el 2 de febrero de 1999 hasta su muerte el 5 de marzo de 2013, redujo el rol del sector privado y expandió la intervención estatal en prácticamente todas las áreas de la economía mediante un proceso de expropiación y nacionalización de empresas.
En el sector de alimentos, el Gobierno obtuvo el dominio en la producción de café tras asumir la administración de empresas de referencia en el ramo, como Fama de América y Café Madrid; comenzó a gestionar 11 centrales azucareros de los 17 que hay en el país; fundó compañías de sardinas, atún, helados, y pasó a controlar un conjunto de fábricas con capacidad instalada para abastecer a la mitad del mercado de harina de maíz precocida. Al mismo tiempo, creó un rompecabezas en el que distintos organismos públicos otorgan subsidios, almacenan, distribuyen y venden, mientras que miles de hectáreas expropiadas a los “terratenientes” deberían garantizar el crecimiento de la producción agrícola en rubros como arroz, carne y leche.
El 26 de junio de 2015, el entonces ministro de Alimentación, Carlos Osorio, publicó en la Gaceta Oficial 40.690 una resolución en la que agrupó en 14 conglomerados a las 283 empresas que se desenvuelven en el sector de alimentos y donde el Estado tiene algún tipo de control. Sin embargo, lejos de abarrotar los abastos y supermercados, la oferta ha disminuido. El Banco Central de Venezuela (BCV) indica que en 2015 la producción de alimentos y bebidas en la agroindustria que maneja el sector público se redujo 5,3% respecto a 2014, mientras que la memoria y cuenta del Ministerio de Alimentación registra números en rojo. De acuerdo con las cifras del despacho, en 2015 Industrias Diana, Lácteos Los Andes, Mercal (Unidades Productivas y Carnes Venezuela) y Venalcasa produjeron 418.293 toneladas de alimentos, magnitud que representa un declive de 14% respecto a 2014 y de 23% respecto a 2013.
Caída de producción privada de alimentos
La producción en el sector privado ha caído también. El reporte de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), organismo que agrupa a las empresas privadas que elaboran alimentos procesados, admite que en los primeros diez meses de 2016, en promedio, la producción sufrió un declive de 21% respecto al mismo lapso de 2015. El desplome en la fabricación de rubros fundamentales es elocuente: arroz 13%, harina de maíz 25,5%, harina de trigo 12,7%, pastas 22,8%, aceites 21,8%, margarina 61%, mayonesa 49,7%, azúcar 9,8% y salsa de tomate 16,1%.
La caída de la oferta nacional no ha sido compensada con importaciones. Al contrario, el Gobierno ha aplicado un severo recorte en las compras al exterior. En mayo de 2016, el vicepresidente para el Área Económica, Miguel Pérez Abad, señaló que el Gobierno tiene como meta que este año las importaciones se ubiquen en 16 mil millones de dólares. Este nivel de importaciones representa una caída del 62% con relación al nivel registrado en 2012.