Habla en los términos más elogiosos de la "Soirée" de Caselles... MARÍA ROSA: ¡Oh, la, la!... ¡Toca madera!... (Lo dice cómicamente alarmada.) EULALIA: Entonces sí no cabe la menor duda de que es un cínico. A ver, lee... CARMEN: (Leyendo.) Fíjense: "La fiesta ofrecida ayer en la noche por la señora Caselles en su magnífica residencia... MARÍA ROSA: Yo también tengo un magnífico cepillo de diente.... Y una magnífica caja de lustre para limpiarme los LITERATURA I zapatos. EULALIA: De acuerdo. Pero haz el favor de no interrumpir, María Rosa.... Es asqueroso ese vicio tuyo. MARÍA ROSA: Tienes razón, ya no me acordaba. Tus vicios son exquisitos. EULALIA: ¡Impertinentes! Prefiero no contestarle. Continúa, mamá. CARMEN: Ya hicieron que me perdiera. ¡Ah!, ya lo tengo, aquí: "...en su magnífica residencia, obtuvo por su espléndida y maravillosa organización el rango de verdadero acontecimiento en los anales de nuestra buena sociedad". MARÍA ROSA: ¡Que lo apedreen...! EULALIA: ¡Da risa! No había asistido desde hace años a una reunión más miserable ni más ridícula... CARMEN: Ni yo, hija, ni yo... Y esperen, esperen: eso no es todo. También habla del "bouffet". EULALIA: ¿Tiene descaro? CARMEN: Que si lo tiene, Eulalia... (Leyendo.) "El 'bouffet' fue exquisitamente servido y todos los convidados se sintieron complacidísimos..." EULALIA: Sándwiches de mortadela y de un "foie-gras" que parecía cemento. Champaña de tres pesetas de botella. CARMEN: (Dejando el periódico.) La verdad, es que fue grotesco, lamentable. MARÍA ROSA: Todavía peor que eso mamá... Aburridísimo... EULALIA: Además estaba todo repleto de gente cursi... Los Maleres, los Gistau, los Camp-Rodó... Era un fastidio... La mayoría no sabían cómo moverse enfundados en sus trajes de noche, ni bailar con gracia, ni jugar una partida de "bridge". MARÍA ROSA: Ni jugar al "tennis" ligeramente bien. Es repugnante. CARMEN: Cada vez nos alejamos más de la distinción y del refinamiento auténticos. Oh, si hubieran visto las reuniones, los bailes, las fiestas de mi época... ¡Aquello era divertirse! MARÍA ROSA: No nos hagas tener envidia, mamá. CARMEN: ¡Qué esplendor!!... ¡Qué lujo!... A los "parvenues" ni mirarlos. Naturalmente acababan por salir huyendo de aquel ambiente que les resultaba demasiado poco familiar (Suspira) Oh, las jóvenes de entonces no teníamos tiempo para hacer esta cara de ciruelas agrias y adoptar esas actitudes fatigadas que tienen ustedes. II. Contesta las preguntas de acuerdo con las características externas de un texto dramático en la obra de Algarra. 1. ¿Cuál es la división de la obra? 2. ¿Qué tipo de expresiones emplea? ¿Quiénes intervienen en las expresiones? 3. ¿Cuáles son las acotaciones que usa la autora para dar indicaciones en el montaje? ¿Dónde se encuentran en el texto? Anótalas. 4. ¿Qué tipo de lenguaje utiliza? BLOQUE II 5. ¿Cuáles son las características internas que se encuentran en el fragmento? Anótalas especificando cada una de ellas.
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No entendí nada y está muy difícil
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