habitos mas sostenibles el objetivo de los plásticos fácilmente desagradables,
resumen
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La primera vez que me topé con una botella de plástico biodegradable fue en el año 2006, en Inglaterra, era una botella de agua de la marca Belu. Aseguraban que si la cortabas en trozos muy pequeñitos se biodegradaría en compost casero en más o menos un mes (nunca llegué a comprobarlo). Además, esta compañía donaba todos su beneficios a organizaciones que tenían proyectos para llevar agua potable a personas que no tenían acceso a ella. A pesar de que nunca me ha gustado el agua embotellada, me pareció una compañía con muy buenos principios. El caso es que, por una serie de razones que no vienen a cuento, acabé yendo con ellos al festival The Green Gathering. A cambio de trabajar unas horas vendiendo agua, conseguí una entrada gratis, así que durante unas horas al día paseaba con una carretilla llena de botellas de agua en venta, con un cartel que decía “el agua que va a salvar el planeta”. Como era de esperar, recibí bastantes críticas sobre cómo íbamos a salvar el planeta con agua embotellada (cuánta razón tenían), pero me lo pasé genial porque esa frase fue el punto de partida de muchas conversaciones sobre qué se podía hacer realmente para salvar el planeta. Aunque no he sido nunca muy festivalero, he de reconocer que en éste me encontré con gente muy curiosa y con puntos de vista muy diversos. Fue toda una experiencia.
Explicación:
espero que te ayude