habia paz social en mexico
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Respuesta:
ExplicaciónEl proceso de paz nunca será sencillo ni corto, pero los conflictos sociales tienen solución: nadie apuesta por la violencia generalizada. Por eso, en el caso mexicano se deben evitar las cinco constantes que han frenado otras experiencias internacionales: influencia externa, represión, violación masiva de derechos humanos, incumplimiento de compromisos y mantenimiento inercial de las políticas pacificadoras:El éxito inicial o de los años inmediatos de las políticas de pacificación no conlleva mantener el proceso en los mismos términos: su administración requiere permanentemente nuevos medidas para mantener vigente, pujante la paz social. En las experiencias internacionales, considerar que la dinámica inercial es suficiente ante los primeros resultados ha sido un error grave.
Con atributos y características distintas, esa reversión político-social se produjo en los conflictos del País Vasco, Irlanda del Norte, Colombia y Brasil. En los cuatro casos, el proceso pacificador iniciado quedó en un punto muy crítico, en donde la reversión parcial amenazaba con ser total: un fracaso de los objetivos que le animaron.
Los procesos tardaron años en recuperarse de esta crisis del proceso pacificador, lo cual constituye otra constante en las experiencias analizadas. Se requiere un esfuerzo político mayor, más amplio e intenso para reposicionar el objetivo pacificador como viable en el contexto social nacional.
A su vez, esto requiere una operación política ágil, eficaz y flexible, con gran conocimiento de las causas que le han hecho entrar en crisis, y con la habilidad y pericia política necesaria. De lo contrario, el proceso puede no levantarse de dónde se encuentra, y presagiar una nueva oleada de violencia agudizada en donde los actores pretendan recuperar las posiciones cedidas o perdidas.
El reimpulso de estos procesos para que no desaparezcan de forma definitiva requiere imperativamente que el conjunto de los actores mantenga el mismo interés político, o mayor que al principio, en construir y lograr la paz. Para ello es fundamental que ningún actor haya actuado con deslealtad a los acuerdos preexistentes: pudieron existir errores, accidentes, malos entendidos o hasta eventos fortuitos, pero sería extremadamente problemático remontar descarrilamiento intencionado de la pacificación, por la enorme desconfianza que produce en los demás actores corresponsables.
Todo lo anterior puede conllevar el otorgamiento de nuevas concesiones en la negociación, que refuercen la disposición de mantener y hacer avanzar el proceso, y darle nueva legitimidad ante la sociedad nacional y la comunidad internacional. Ello es indispensable si mantenemos vivo y gravitante uno de los principios teórico-filosóficos que animan este tipo de procesos: transformar un conflicto social en oportunidad para la construcción o recuperación de la paz.