Arte, pregunta formulada por ramona32, hace 8 meses

Haber vivenciado la época de una guerra cambió la mirada de los artistas y los hizo querer representar otras cosas más allá de una “imitación” del “bello mundo”. ¿Por qué crees que esto es así?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por cueroadrian14
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Respuesta:

La importancia creciente que no sólo en los estudios humanísticos sino también fuera de ellos,

está cobrando la ocupación con los problemas de la estética y la teoría de las artes, está en razón

directa del interés considerable por el papel que desempeña el arte y la experiencia a él vinculada en la

dinámica global de las actuales sociedades finiseculares. El arte ha dejado de ser un simple objeto de

culto, o el símbolo del poder económico, social o político de grupo, estamento o clase social alguna,

para entrar en la esfera del disfrute y deleite de millones de ciudadanos en las sociedades

desarrolladas, y de su posible manipulación y alienación, de tal modo que podemos decir que ha

ingresado en la nómina de los bienes de consumo. Por medio de un fenómeno de inusual importancia,

que ocupó la reflexión de Walter Benjamin, la reproductibilidad técnica de la obra, vivimos un

momento en el que tenemos muy presente el arte en nuestros hogares, en forma de láminas, posters,

libros, discos, videos, nos llega mediante las ondas hercianas, o se cuela en nuestras casas y lugares de

trabajo mediante esa prodigiosa tela de araña que es Internet. Ningún miembro de las sociedades de

este inicio balbuciente de siglo vive ajeno o puede sustraerse a las influencias de manifestaciones

artísticas como el diseño industrial, la confección y difusión de los medios de comunicación, o la

publicidad en sus más variadas apariciones. Los instrumentos, rudimentos técnicos, y nociones

elementales para la creación artesana, cuando no artística, se hallan disponibles en los quioscos de

prensa de nuestras ciudades. Las Escuelas de Artes (antes de Artes y Oficios Artísticos), hoy

reconvertidas en centros de secundaria, y las Facultades de Bellas Artes, se llenan de jóvenes y no tan

jóvenes aspirantes a artistas, que han de sufrir duras y competidas pruebas de selección, una vez

superadas las pruebas de acceso a la universidad.

La estética, que se resuelve en ser la determinación conceptual del arte, es decir, conocer y

explicar la obra de arte y la experiencia que con ella realizamos, se interesa derecha y primariamente

por la importancia del mismo en la vida, a la sazón compleja y alterada del ser humano. Requiere

cierta familiaridad con el hecho artístico pero desde una perspectiva infrecuente. Estamos

acostumbrados a una visión del arte propia de la historiografía artística, a una cierta historia del arte

que en demasiadas ocasiones se limita a una actitud positivista respecto a los caracteres externos de las

obras, que suele llevar aparejada una clasificación llena de tópicos, convencionalismos y lugares

comunes, según épocas, edades, estilos, técnicas y demás aproximaciones extrínsecas a la obra de arte

misma. La estética no busca ordenar, clasificar o secuenciar el arte sino vivirlo, comprenderlo,

interpretarlo y gozarlo, hacer de él una parte integrante e indispensable de nuestras vidas,

dimensionarlo en la experiencia interior de los sujetos cada vez más destituidos en su fantasía por las

instancias sociales, y cada vez más necesitados de ella, y tratar de enaltecerlo como una vía

excepcional de conocimiento conceptual de la criatura humana, de su cultura, y de su devenir

histórico. Mientras la historia del arte nos enseña a mirar, escuchar y captar el arte, la estética nos

invita a meditar sobre el mirar, decir y expresar humanos, esto es, sobre aquel quehacer humano que

iguala a autor y lector como aspectos del mismo acto de creación. El arte no sólo se percibe, también

se crea con la mirada del espectador, y esa mirada configuradora y creadora ella misma, es más

proyectiva que receptiva, y constituye la base de lo que entendemos por experiencia estética, una

forma de conocimiento que se extiende hasta la esfera sentimental.

Un modo plausible de aproximarnos al entendimiento de la estética, tal vez de manera

preliminar y externa, tiene que ver con su constitución como disciplina dentro de los saberes

humanísticos.

Explicación:

espero que te sirva

ragalame una coronita pliss ygracias  porfa

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