Grupos etnicos,minorias culturales,grupos mesticos
Respuestas a la pregunta
En el momento de independizarse casi la mitad (45 %) de la población total de México era indígena,2 sin embargo debido a la castellanización y la violencia contra poblaciones indígenas, etc. que se impuso en el país muchos indígenas fueron perdiendo sus lenguas y a la vez su identidad, este proceso causó que los indígenas se redujeran de un 45 % a principios del siglo XIX a un 35 % en 1889, el proceso continuó y de 35 % se redujo a 30 % en 1921, y a solo 8 % en el 2000.3 Por lo que cabe señalar que el concepto de "mestizo" es muy extenso e incluye a personas que no necesariamente lo serían étnicamente. En el caso tan extenso del cual muchos indígenas que abandonaban su lengua y cultura y se adoptaban a la cultura occidental eran después considerados "mestizos".
El concepto de indígena actualmente se refiere a estar adscrito a un grupo étnico diferenciado. Las razones en las que se basa la distinción étnica pueden ser fenotípicos, lingüísticos o culturales; factores todos ellos asociados a la herencia familiar.
En el segundo artículo de su constitución política, México se define a sí mismo como una nación pluricultural, en reconocimiento a los diversos pueblos indígenas que habitan en su territorio. La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) considera que la población indígena mexicana es de unos doce millones de personas, que corresponden aproximadamente al 10 % de los 111 millones de mexicanos que se registraron en el I Conteo de Población (1995).4 El Instituto Nacional de Estadística INEGI reveló en 2011 que el 9.4 % de la población hablan lenguas indígenas, no revelando el número real de la población nativa, pues no toman como referencia los rasgos fenotípicos de la población, solo contabilizando a quienes por su lengua nativa se consideran indígenas mayores de 3 años.5
El término mestizo fue aplicado por el Imperio español en el siglo XVI, para denominar a una de las “castas” o “cruzas” que integraban la estratificación social de tipo racista impuesta en sus colonias en América: la del hijo de un padre o madre de “raza” “blanca” y una madre o padre de “raza” “amerindia”.
Aunque se trata de un término muy discutido en la actualidad, comúnmente se utiliza el término mestizo para describir a las personas cuyo aspecto físico es intermedio entre los de dos o más etnias. Si bien originalmente se utilizaba para describir a los descendientes de progenitores blancos e indios, actualmente el término se utiliza para cualquier etnia.
El sistema de castas colonial español derivó de la doctrina medieval de los estatutos de limpieza de sangre. Las personas clasificadas como mestizas tenían un estatus social disminuido, que les impedía o limitaba su acceso a la educación y a posiciones de mando, propiedad o prestigio.1
Con la independencia hispanoamericana, los nuevos estados surgidos en el siglo XIX, abolieron las “prerrogativas de sangre y nacimiento”,2 estableciendo la igualdad ante la ley.
Luego de la independencia, el término se mantuvo para denominar a las personas o culturas que descienden de indígenas americanos, afroamericanos y españoles.3
El término proviene del latín mixticius (mezcla o mixto) y ha quedado envuelto en la polémica de las razas humanas, que parte de los científicos actuales niegan, o pretenden sustituir por etnias. En un sentido más amplio, el término mestizaje también se utiliza para identificar a seres humanos que tienen antecesores pertenecientes a distintas etnias o culturas, dando origen a una nueva cultura.La conquista española redujo a la condición de “indios” colonizados a los diversos grupos étnicos que poblaban el territorio que posteriormente sería México. Durante tres siglos los campesinos indígenas recibieron el trato dado desde siempre a los pueblos conquistados y sojuzgados. Al sobrevenir la independencia política, realizada principalmente por una élite criolla que se erigió en clase social dominante de la nueva nación, los indígenas (diezmados en su demografía, su ecología, su economía y su cultura) ocupaban los estratos más bajos de la estructura social. Aunque la República les reconocía los mismos derechos ciudadanos que a los demás integrantes de la nación, en la realidad las poblaciones indígenas seguían siendo explotadas y discriminadas en el naciente sistema capitalista, que mantenía resabios feudales y de servidumbre en su estructura agraria.
Las poblaciones indígenas llegaron a sufrir los efectos de una doble opresión: como campesinos pobres, peones acasillados y lumpenproletariado de las ciudades, padecieron una explotación característica de su situación como clase social; y en tanto que grupos étnicos en condición de inferioridad frente a mestizos y criollos, fueron culturalmente oprimidos por los portadores de la una explotación característica de su situación colonial.