GRACIAS
Rosa Montero
Llevo meses intentando escribir un artículo sobre la amistad y siempre me detiene el miedo de no estar a la altura. De que mis palabras no logren merecerse a mis amigos. Las loas a la amistad son un lugar común, demasiado común, todo el mundo se calienta la boca hablando de ello (yo también lo he hecho) “Lo más importante en la vida son los amigos” gorjean alegremente los concursantes descerebrados de los Reality shows o las contertulias más malvadas de la telebasura. Amigos y amistad son hermosas palabras que el uso y el abuso han desgastado.
Lo de la amistad es como el amor. Todo el mundo cree saber de ellos, todos nos consideramos grandes conocedores del asunto, expertos en los sentimientos y en la pasión, cuando, en realidad, son dos materias complejas e infinitas, profundos rincones del ser que uno empieza a entender cuando madura. De jóvenes, de muy jóvenes, amigos y amores te llegan fácilmente, son una lluvia cálida y revuelta, confusa, ligera, amontonada. De joven, de muy joven, en realidad no escoges, aunque lo creas. Te haces amigo y te enamoras de lo primero que pasa. Porque necesitas querer. Somos así, y esa necesidad es conmovedora.
Y luego vas viviendo y te vas haciendo. Con suerte, y con esfuerzo, es posible que empieces a conocerte un poco. Y también vas encontrando a tu gente, a esas personas que se convertirán en tu mundo, en tu territorio. La única patria que reconozco son mis amigos. Es una patria exigente. La amistad requiere atención, entrega, riego constante. Hay que invertir muchas horas en cultivarla. Ahora que soy mayor, se con toda certidumbre que es el mejor destino que puedes dar a tu tiempo. Es una de las cosas que he aprendido.
Digan lo que digan los animosos partidarios del optimismo vital, envejecer es algo desagradable. Envejecer es perder, pierdes a gente querida que se muere; pierdes capacidades físicas, y sobre todo, pierdes futuro: con lo hermoso que es la vida, cada vez se te queda más chica por delante. Pero con los años también ganas un par de cosas que es valiosa: sin duda experiencia, y si te lo trabajas, sabiduría, que es la suma del conocimiento intelectual y de la madurez emocional. Pero, sobre todo, ganas ese pasado común con los amigos. Crecer con los amigos, envejecer con ellos, ir trenzando a la espalda, con esos testigos de tu vida, años y años de una biografía compartida, es algo absolutamente maravilloso. Con los años y con los muchos años (yo tengo amigos activos desde hace tres décadas), las amistades se profundizan y agigantan. Alcanzan un nivel de emoción y veracidad indescriptibles.
Porque con los años, las amistades, se prueban de verdad. El tiempo puede herir, hay momentos en los que el tiempo se vuelve salvaje, y muerde y desgarra, como una bestia furiosa. Y en esos tránsitos penosos de tu vida, en la angustia, en los problemas, en la desolación y la incertidumbre, los amigos acuden a tu rescate. Con tal generosidad, con tal facilidad afectuosa, que realizan auténticas proezas como si en realidad no les costara nada (la última proeza sobrehumana que han hecho mis amigos por mí ha sido ayudarme en un traslado de domicilio y montarme la casa, prácticamente ellos solos, en cinco días). Los amigos te salvan literalmente la vida y lo hacen sin esperar nada, sin alardear de nada por el puro placer de dar. Modestamente grandiosos.
A veces he jugado a imaginar cuales serían mis últimos pensamientos antes de morir. Como sería el balance de mi existencia. Durante muchos años he supuesto que esas memorias ardientes y finales estarían compuestas por recuerdos de mis amores más apasionados, de la infancia y de la familia, quizás de algunos momentos de mi escritura. Pero ahora sé que en el recuento final brillaran como islas de luz algunos momentos mágicos con mis amigos. Esos regalos de cariño que me han dado tan inmensos que siento que es imposible merecerlos. Eso también es la verdadera amistad: la sensación de estar felizmente en deuda con los otros. Por todo eso que ya hemos vivido, y por todo lo que todavía viviremos, gracias, muchas gracias.
PREGUNTA uwu: 1_¿Cuáles serían según la autora del texto los beneficios de la amistad?
2-¿Cómo ve la amistad en jóvenes y en adultos?
3-¿Por qué la autora cree que los términos de amistad y amigos se han desgastado?
4-¿Por qué compara la amistad con el amor?
5-¿Qué diferencias observas entre este tipo de texto (Columna de opinión) y un texto informativo científico?
uwu respondan porfaa es para hoy plis no pido nada mas sino voy hacer la muricion :(
sanchezgconstanza:
plis
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NO ENTEDI F IAM SORRY XD
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