género literario Otra noche los mandaron a la Casa de los Tigres donde había infinidad de éstos. -“No nos mordáis”, les mandaron, “vuestra comida serán los huesos.” Los muchachos les arrojaron unos huesos y los tigres empezaron a roerlos, por lo que los guardas creyeron que ya habían acabado con ellos; pero al día siguiente los hallaron sin que les hubieran hecho mal alguno los tigres, de lo cual quedaron admirados los Ahauab de Xibalbá, los Señores del Infierno.
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uy no sabría .....................
hectorservin:
Gracias, me fue de gran utilidad!!!
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Es epica
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