genero discursivos de YO ESCUCHO LOS CANTOS
Respuestas a la pregunta
Cadencias 2013 43
Los cantos del pasado
Sadie Downs
“Yo escucho los cantos” por Antonio Machado es un poema sobre los cantos que los
niños cantan cuando están jugando y la relación entre los cantos y el paso del tiempo y la
historia. Cada verso del poema tiene seis sílabas y es de arte menor. A lo largo del poema,
Antonio Machado usa muchos dispositivos literarios, como figuras de lenguaje (anáfora y
aliteración) y tropos (una metáfora extendida) para expresar sus ideas sobre la conexión
entre los cantos de los niños y las sentimientos y cuentos del pasado.
El autor de “Yo escucho los cantos,” Antonio Machado, fue de Andalucía, España
y vivió de 1875 a 1936. “Machado era un hombre sencillo, modesto, desaliñado, que
nunca tuvo dinero, ni puestos brillantes, ni demasiada fama; pudo parecer eso que se
llama en español ‘un pobre hombre,’ pero todavía logró mucho y escribió mucho en su
vida” (Marías 11). Machado era parte de la Generación del 98 y escribió muchos poemas
en colecciones como Campos de Castilla y Soledades. Muchos críticos piensan que Antonio
Machado es uno de los mejores escritores de España, y que Machado tiene mucho respeto
por las personas españolas por su poesía muy significativa (Rodríguez 268). Él puso un
énfasis en la importancia de tiempo como “algo vital, no…conceptual” (Rodríguez 269).
Antonio Machado creyó que “Canto y cuento es la poesía” y él demuestra esta
creencia en sus obras (De Torre 11). Otras críticos dicen que la escritura de Antonio
Machado alcanzó un “nivel—el más alto que se había alcanzado desde el Siglo de Oro-
-, la interpretación poética de las cosas y sobre todo de las cosas españolas” (Marías 12).
Específicamente con este poema: “Yo escucho los cantos,” algunos críticos piensan que es
una declaración sobre su propio estado emocional: que la tristeza en el poema represente
su propia tristeza y pena en su alma (Sánchez 135).
Su poema “Yo escucho los cantos” empieza con el altavoz del poema hablando sobre
los cantos que él oye de los niños en la plaza. Aunque los niños son jóvenes, los cantos
son viejos y es interesante para el altavoz que los niños tan jóvenes puedan saber tales
cantos y las “viejas cadencias” (Machado 2). Los niños “en corro juegan” (4) y sus voces
están “virt[iendose] en coro” (5). El uso de la palabra “corro” es interesante porque refleja
el círculo que los niños están jugando y el correr de sus voces en un coro (“Corro”).
Igualmente, como las voces de los niños se vierten, también hay una fuente que
“vierten sus aguas” (Machado 7). En la obra de Machado, el agua es muy importante
simbólicamente: “el agua ha ocupado siempre un lugar fundamental en el complejo
mundo de los símbolos. En las mitologías más antiguas y entre las creencias de muchos
pueblos primitivos, el agua, elemento indispensable y generador de la vida, ha simbolizado
la fecundidad femenina” (Hernández 51). En varias obras de Machado, el agua puede
representar vida, temporalidad, origen, monotonía, o muerte, dependiendo de la forma
de agua que él utiliza (Hernández 62). “El agua cristalina de las fuentes simboliza en
Machando la sublimación de lo concreto” (Hernández 52). En el poema “Yo escucho los
cantos,” el agua representa los cuentos y sentimientos de las personas y culturas del pasado
y también el paso del tiempo. El agua de la fuente en el poema está siempre descrita con
las voces y los cantos de los niños. Por lo tanto, la fuente se convierte en una metáfora y
símbolo por los cantos de los niños. Los dos continúan vertiéndose a través de las edades.
Machado usa la figura lógica de paradoja para explicar la fuente como un símbolo
para los cantos de los niños. La fuente tiene “risas eternas” pero “no son alegres,” y
“lágrimas viejas / que no son amargas” (Machado 10–13). Estas paradojas representan que
aunque los niños cantan los cantos de tiempos y cuentos pasado como un juego y con el