funciones de plasticidad
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La plasticidad sináptica es la capacidad que tiene el sistema nervioso para cambiar su morfología o funcionalidad a través del desarrollo, siendo la potenciación a largo plazo el principal mecanismo de plasticidad que permite generar la memoria de días, meses o años
El cerebro humano es plástico: genera cambios estructurales en respuesta a un ambiente novedoso, a actividades diferentes, a cambios en el estilo de vida. Una forma de vida más activa puede influir notablemente sobre la estructura cerebral y, de hecho, hay ya bastantes evidencias al respecto en la literatura científica. La actividad física es un factor importante del modo de vida y tiene numerosos efectos beneficiosos sobre el organismo: reduce la presión sanguínea, ayuda a perder peso, influye sobre las sensaciones física y psicológica de bienestar, mejora el estado del sistema cardiovascular y aumenta la resistencia muscular. En relación con el sistema nervioso, reduce las probabilidades de sufrir de neurodegeneración y demencia, de enfermedad de Parkinson e ictus; reduce los efectos adversos de los problemas de riego vascular, acelera la recuperación de la capacidad mental tras una lesión o daño cerebral y ayuda a tratar la depresión.
En el mundo de la educación infantil es importante tener en cuenta que el ejercicio físico tiene una correlación positiva con la memoria y el aprendizaje, con la atención, con las funciones ejecutivas, con el tiempo de reacción, con el lenguaje, con la velocidad de procesamiento de la información, con las habilidades motoras, con la capacidad verbal y visuoespacial y con los resultados académicos.
Hay evidencias en personas de diferentes edades de que la actividad física ejercita también el cerebro y se han detectado aumentos de volumen en diferentes áreas cerebrales relacionadas con el ejercicio y el deporte. Por ejemplo, las personas que practican deportes de equilibrio tienen más desarrollado el área motora suplementaria y la corteza prefrontal dorsolateral; los golfistas, la corteza premotora y aquellos que practican un entrenamiento aeróbico, el hipocampo. Una revisión reciente por Baotuili y Saba demostraba que el ejercicio físico genera cambios estructurales en numerosas áreas cerebrales, equivalentes al 82 % del total del volumen de la sustancia gris. Este resultado tiene importantes implicaciones para valorar la actividad física como un factor mediador de primer nivel en la educación de los niño