Fragmento "El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde "Utterson, el notario, era un hombre de cara arrugada, jamás iluminada por una sonrisa. De conversación escasa y fria, retraído en sus sentimientos, era alto, flaco, gris, serio y, sin embargo, de alguna forma, amable. En las comidas con los amigos, cuando el vino era de su gusto, sus ojos traslucían algo visiblemente humano; algo, sin embargo, que no llegaba nunca a traducirse en palabras, pero que tampoco se quedaba en los mudos símbolos de la sobremesa, manifestándose sobre todo, a menudo y claramente, en los actos de su vida. Sus amigos eran conocidos desde hacía mucho o personas de su familia, su afecto crecia con el tiempo, como la yedra. La amistad que lo unia a Richard Enfield, el conocido hombre de mundo, era sin duda de este tipo, ya que Enfield era pariente lejano suyo, resultaba para muchos un misterio saber qué veían aquellos dos uno en el otro o qué intereses podían tener en común. Según decian los que los encontraban en sus paseos dominicales, no intercambiaban ni una palabra, aparecian particularmente deprimidos y saludaban con visible alivio la llegada de un amigo. A pesar de todo, ambos apreciaban muchísimo estas salidas, las consideraban el mejor regalo de la semana, y, para no renunciar a las mismas, no sólo dejaban cualquier otro motivo de distracción, sino que incluso los compromisos más serios. Sucedió que sus pasos los condujeron durante uno de estos vagabundeos, a una calle de un barrio muy poblado de Londres. Era una calle estrecha y, los domingos, lo que se dice tranquila, pero animada por comercios y tráfico durante la semana". como es el señor utterson
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
supongo que lo querias traducir creo
Explicación:
Utterson, the notary, was a man with a wrinkled face, never illuminated by a smile. Of little conversation and cold, withdrawn in his feelings, he was tall, skinny, gray, serious and, nevertheless, in some way, kind. At meals with friends, when wine was to his liking, his eyes shone something visibly human; something, however, that never came to be translated into words, but neither did it remain in the silent symbols of the after-dinner table, manifesting itself above all, often and clearly, in the acts of his life. His friends were known for a long time or people in his family, his affection grew over time, like ivy. The friendship that united him with Richard Enfield, the well-known man of the world, was undoubtedly of this type, since Enfield was a distant relative of his, it was a mystery for many to know what those two saw in each other or what interests they might have in common. According to those who met them on their Sunday walks, they did not exchange a word, they appeared particularly depressed and greeted the arrival of a friend with visible relief. Despite everything, both of them greatly appreciated these outings, they considered them the best gift of the week, and, in order not to give them up, they not only left any other reason for distraction, but even the most serious commitments. It so happened that their footsteps led them during one of these wanderings, to a street in a heavily populated London neighborhood. It was a narrow street and, on Sundays, what is called quiet, but lively with shops and traffic during the week