Formula cinco (5) preguntas o interrogantes interesantes de la lectura y contéstelas con respuestas
interesantes.
vocación fundamental del hombre es la vocación a la vida, una vida concebida como semejanza de la
vida de Dios. Descubrir a Dios Padre como creador provoca el conocimiento de que la vida es una entrega
a la libertad del hombre, llamado a dar respuesta personalísima y original, responsable y llena de gratitud.
Dios me ha llamado de la nada. Entre los miles de millones de seres posibles, Él me ha elegido y me ha
llamado a mí. El hombre es vocación a Cristo, por lo mismo, vocación a la Iglesia, conjunto de los que
forman el Cristo actual. Si, pues, todo ser humano tiene su propia vocación desde el momento de su
nacimiento, existen en la Iglesia y en el mundo diversas vocaciones que manifiestan la imagen divina
impresa en el hombre.
Cuando la Biblia habla del hombre a imagen de Dios, se refiere al hecho de que el hombre tiene un alma
espiritual. Está por encima de los otros seres vivientes que habitan en la tierra. El hombre no es una cosa,
sino una persona. El Hombre, por tanto, puede pensar; puede amar a otras personas; puede componer
una sinfonía; puede escoger el bien; todas las cosas que ni un perro, ni una lagartija ni ningún otro animal
puede hacer. Pero, aunque podamos hacer todas estas cosas, debemos preguntarnos ¿por qué Dios nos
hizo así?
Ciertamente Dios, que sabe todo, no necesita que nosotros pensemos, ni que le toquemos alguna
sinfonía, pues los ángeles cantan mucho mejor que nosotros.
La razón es que Dios nos ha hecho a su imagen para conocerle y amarle. De todas las criaturas visibles,
sólo el hombre es “capaz de Dios.” De todas las cosas de este mundo, sólo el hombre está llamado a
vivir con Dios en el mundo más allá. Y siendo a Imagen de Dios, el hombre está llamado a amar:
primero a Dios y luego a todo el que tiene semejanza con Dios, es decir, a cada persona humana, pues
cada persona está hecha a imagen de Dios.
Sin embargo, por el pecado el hombre nace con una imagen deformada. Cristo, al redimirnos, no solo
rehízo esta imagen desfigurada por el pecado, sino que nos ha dejado dones para embellecerla aún más:
nos dejó la gracia, a la Iglesia y en ella a los sacramentos. Por eso el momento de la crucifixión es la mayor
muestra de amor, de libertad. El hombre se conoce mejor a esta luz. Y muchas realidades que eran
incomprensibles como el sufrimiento humano y la muerte se comprenden y aclaran gracias a que Cristo se
encarnó, nos redimió y resucitó. Por eso se comprende que al final del evangelio Jesús ordene a los
discípulos que vayan por todo el mundo y bauticen en nombre de la Trinidad y enseñen lo que Él ha
mandado (Mt 28, 19 y ss).
Un hijo crece para parecerse a sus padres. De manera similar, Dios quiere que Sus hijos se vuelvan más y
más como Jesucristo. Aunque solo en el cielo podremos ser perfectos, un hijo de Dios no pecará
habitualmente y sin arrepentirse. “Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como Él es justo.
El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo
de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado,
porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se
manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su
hermano, no es de Dios.” (1 Juan 3:7-10).
No nos equivoquemos; un hijo de Dios no puede ser “repudiado” por pecar. Pero alguien que “practica” el
pecado (por ej. que consistentemente disfruta el pecar sin hacer caso de seguir a Cristo y Su Palabra),
revela que nunca ha nacido de nuevo. Jesús dice de tal gente, “Vosotros sois de vuestro padre el diablo
Respuestas a la pregunta
Contestado por
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Respuesta:
xd que es esto ahh es la biblia amen
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