fórmula 5 preguntas relacionadas con el texto el teatro en la humanidad
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El gusto que tiene Vmd. por la Comedia, ha llegado en Vmd. al extremo de pasión; pues no contenta de verla [2] representar en los teatros públicos, hacer papel en Comedias privadas es para Vmd. la mayor satisfacción. La moda parece autoriza semejante inclinación. París está lleno de teatros particulares, y todos quieren ser actores; y como es necesario desempeñar lo mejor que sea posible cualquiera cosa que se emprenda, ha parecido Vmd. indispensable tomar consejos para perfeccionarse en un arte que Vmd. encuentra difícil, y de consiguiente me ha hecho Vmd. el honor de acudir a mí para tener un guía en sus diversiones de teatro. Mas no es suficiente, Señora, hacer, reflexiones sobre algunos papeles de que [3] uno se haya encargado, y de aprender a representarlos más por mecánica, que por inteligencia: es forzoso ponerse en estado de representar por reflexión, y tener noticia de los verdaderos principios del arte. ¿Pero cómo se han de aprender, si nadie se ha tomado el trabajo de escribirlos: si los mismos Comediantes se hallan obligados a pasar la vida en aclararlos entre sí mismos a fuerza de práctica, y de reglas, que era preciso saber antes de principiar, y que sólo se llegan a conocer cuando ya no se está en estado de hacer uso? Mi padre compuso un pequeño tratado intitulado: Pensamientos sobre la [4] declamación; cuya obra está llena de reflexiones las más finas y más delicadas. ¡Pero cuántos lectores se han engañado persuadiéndose haberlas perfectamente entendido! Es casi imposible percibir bien los golpes originales, que acreditan a un Comediante de excelente y superior en su profesión, sin que antes sea bien instruido en los medios por los cuales se puede arribar a la mediocridad; y leer los pensamientos sobre la declamación, antes de haber estudiado el arte de declamar, es sin duda querer pintar sin haber aprendido el dibujo: sin embargo, nada pretendo aquí añadir a dicha obra, que respeto [5] tanto como el mismo que la escribió; solamente intento, Señora, describir a Vmd. los pequeños principios, que es forzoso estudiar, los primeros que sin duda abrirán a Vmd. camino al estudio de un tratado, en el cual descubrirá Vmd. con el tiempo la verdadera subliminalidad del teatro.
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La acción
Voy a principiar por la acción, lo que sin duda parecerá a Vmd. extraordinario; pero si reflexiona Vmd. que cualquier Comediante que se descubre en el teatro, se presenta antes de hablar, convendrá en que la postura es la primera cosa en que se debe instruir(1)
; [6] cuya circunstancia es sin duda la que parece más embarazosa a aquellos que no tienen uso, y lo es en efecto. Jamás sé conseguirá decir el papel como cada uno se propone, sin que antes se hayan superado todas las dificultades de la positura. Regularmente se suele asegurar, que no hay regla para la acción; y en mi dictamen se equivocan. Entiendo por acción, no solamente el movimiento de los brazos, sino también el de todas las partes del cuerpo; porque de su armonía, o uniformidad depende toda la gracia [7] del buen Comediante.
Para conseguir buen aire es necesario, mantenerse derecho; pero no demasiado derecho. Todo lo que se acerca, al exceso toca en afectación; y de consiguiente molesta, y se hace desagradable a los ojos; y asimismo manteniéndose muy recto se priva de la mayor ventaja en los instantes señalado del trágico y del alto cómico. Cuando se halla obligado a mostrarse superior a los demás Comediantes, que están en la escena, y de tomar un aire que le haga superior; este es el caso en que debe enderezarse y parecer más grande que los demás por su positura; pero si en todo el [8] curso del papel se ha mantenido sumamente derecho, se ha privado de la facultad de tomar más vuelo en aquellos momentos en que la positura debe aumentarse: siendo necesario aún pensar, que el cuerpo muy estirado, y la cabeza muy alta violentan las espaldas, y dan dificultad al movimiento de los brazos.