formas de luchar por una vida digna
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El amor impulsa a los Defensores de Derechos humanos hacia el cielo, pero el sufrimiento humano les hace colocar los pies sobre la tierra; pero jamás para hincarse ante el poder, nunca para inclinarse ante lo arbitrario, y por sobre todo, manteniéndose erguidos y claros a favor de la dignidad humana…” (Héctor Abad).
Mercedes Olivera Bustamante DDHM
Foto:Carolina Martínez MéndezLas Defensoras de los Derechos Humanos de las Mujeres (DDHM) promueven y acompañan a las personas en su proceso de denuncia, buscan que éstas conozcan y se apropien de sus derechos y descubran que la violencia hacia la mujer no es normal en la sociedad. Conocer los derechos como mujeres es muy importante, todos y todas pueden ser defensores de sus derechos o promoverlos, y así poder acompañar a las on personas dedicadas a promover nuestros derechos.
¿Cómo se hacen defensoras?Ser Defensora de Derechos Humanos, implica un proceso de reflexión y una motivación particular, que lleva a sumarse a esa lucha. Entre nuestras entrevistadas existen claras coincidencias. Les indignaba la injusticia que veían o vivían de cerca, la injusticia social, la violencia intrafamiliar y decidieron que había que hacer algo.
En algunos casos las experiencias que marcan tu vida, son las que te llevan a ser parte activa en la búsqueda de transformar las relaciones desiguales de género. Es el caso de Guadalupe Cárdenas Zitle. Hace 23 años, ella fue violada tumultuariamente y aunque para su denuncia contó con apoyo de sus compañeras, aún recuerda que “estaba el Ministerio Público lleno de mujeres que iban conmigo para que no me agredieran y aún así, con todas las mujeres afuera, yo haciendo mi declaración y los tipos me dijeron: descríbeme de qué tamaño era su pene”. Tal experiencia la llevó a sentirse vulnerable, con tanta impotencia, la hizo reflexionar que la misma sociedad es la que pone a la mujer como objeto, y que lo peor es que las propias autoridades sean parte del sistema que oculta y protege estas situaciones.
La conciencia social las empuja a una lucha colectiva, a no aceptar la naturalización de la pobreza, la explotación y la violencia contra las mujeres. Concepción Suárez, mujer chiapaneca, feminista adherida a la Otra Campaña comentó “me gusta ser ese espejo para que las mujeres vean su realidad y puedan descubrir ciertas cosas que pasan, que no son normales ni naturales”.
También la investigación antropológica directa te puede llevar a ser consciente de la desigualdad de género tal como le sucedió a Mercedes Olivera, quien al recibir el doctorado honoris causa por parte de la UNICACH comentó “confieso que fui testigo de palo ante la violencia y violaciones sexuales que con frecuencia padres y esposos ejercieron sobre sus esposas e hijas como un derecho aprendido desde la infancia”. Al estar en contacto con estas situaciones y compartir las injusticias, se sintió impotente y desde entonces cambió su perspectiva de vida, decidió llevar su trabajo antropológico para incidir en la condición política de la realidad de las mujeres, convirtiéndose en una de las primeras mujeres que combinó el trabajo académico con la lucha social.
Por distintos caminos, ellas llegaron al feminismo y están convencidas de que en la lucha contra la injusticia hacia la mujer, se necesita el cambio en hombres y mujeres.
Ser defensora y ser mujerSer Defensor de los Derechos Humanos no es lo mismo que ser una Defensora, y esto es por el género, el cual las pone en una posición más vulnerable.
El boletín de prensa Defensoras de derechos humanos en México. Diagnóstico 2010-2011 sobre las condiciones y riesgos que enfrentan en el ejercicio de su trabajo, publicado el 19 de enero de 2012 por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos(CNDH), señala que “el 76% de las defensoras participantes reconocen especificidades de género en el tipo de violencia que viven porrealizar su trabajo y de éstas 40% señala la violencia sexual como la principal forma de violencia específica. 12% identifican, como principal violencia, las amenazas contra la familia, hijos e hijas. Si bien esta modalidad de violencia puede darse también contra los defensores, en el caso de las defensoras genera una mayor inhibición de su trabajo”.
Situación que se confirma en los testimonios de nuestras entrevistadas. Concepción nos dijo “la condición de ser mujer te coloca en una posición más vulnerable que a los hombres en todos los sentidos, en las detenciones, en las torturas, siempre las mujeres hemos llevado la peor parte, a veces somos como un botín”.
Y no solamente es la agresión, también es el descrédito, las defensoras afrontan el problema de ser reprobadas por la propia sociedad: “la defensora que va y deja su familia y todo por ir a defender es una mala madre, es una desobligada, irresponsable, vieja mitotera”, agregó Martha Figueroa Mier, abogada e integrante de COFEMO.
Mercedes Olivera Bustamante DDHM
Foto:Carolina Martínez MéndezLas Defensoras de los Derechos Humanos de las Mujeres (DDHM) promueven y acompañan a las personas en su proceso de denuncia, buscan que éstas conozcan y se apropien de sus derechos y descubran que la violencia hacia la mujer no es normal en la sociedad. Conocer los derechos como mujeres es muy importante, todos y todas pueden ser defensores de sus derechos o promoverlos, y así poder acompañar a las on personas dedicadas a promover nuestros derechos.
¿Cómo se hacen defensoras?Ser Defensora de Derechos Humanos, implica un proceso de reflexión y una motivación particular, que lleva a sumarse a esa lucha. Entre nuestras entrevistadas existen claras coincidencias. Les indignaba la injusticia que veían o vivían de cerca, la injusticia social, la violencia intrafamiliar y decidieron que había que hacer algo.
En algunos casos las experiencias que marcan tu vida, son las que te llevan a ser parte activa en la búsqueda de transformar las relaciones desiguales de género. Es el caso de Guadalupe Cárdenas Zitle. Hace 23 años, ella fue violada tumultuariamente y aunque para su denuncia contó con apoyo de sus compañeras, aún recuerda que “estaba el Ministerio Público lleno de mujeres que iban conmigo para que no me agredieran y aún así, con todas las mujeres afuera, yo haciendo mi declaración y los tipos me dijeron: descríbeme de qué tamaño era su pene”. Tal experiencia la llevó a sentirse vulnerable, con tanta impotencia, la hizo reflexionar que la misma sociedad es la que pone a la mujer como objeto, y que lo peor es que las propias autoridades sean parte del sistema que oculta y protege estas situaciones.
La conciencia social las empuja a una lucha colectiva, a no aceptar la naturalización de la pobreza, la explotación y la violencia contra las mujeres. Concepción Suárez, mujer chiapaneca, feminista adherida a la Otra Campaña comentó “me gusta ser ese espejo para que las mujeres vean su realidad y puedan descubrir ciertas cosas que pasan, que no son normales ni naturales”.
También la investigación antropológica directa te puede llevar a ser consciente de la desigualdad de género tal como le sucedió a Mercedes Olivera, quien al recibir el doctorado honoris causa por parte de la UNICACH comentó “confieso que fui testigo de palo ante la violencia y violaciones sexuales que con frecuencia padres y esposos ejercieron sobre sus esposas e hijas como un derecho aprendido desde la infancia”. Al estar en contacto con estas situaciones y compartir las injusticias, se sintió impotente y desde entonces cambió su perspectiva de vida, decidió llevar su trabajo antropológico para incidir en la condición política de la realidad de las mujeres, convirtiéndose en una de las primeras mujeres que combinó el trabajo académico con la lucha social.
Por distintos caminos, ellas llegaron al feminismo y están convencidas de que en la lucha contra la injusticia hacia la mujer, se necesita el cambio en hombres y mujeres.
Ser defensora y ser mujerSer Defensor de los Derechos Humanos no es lo mismo que ser una Defensora, y esto es por el género, el cual las pone en una posición más vulnerable.
El boletín de prensa Defensoras de derechos humanos en México. Diagnóstico 2010-2011 sobre las condiciones y riesgos que enfrentan en el ejercicio de su trabajo, publicado el 19 de enero de 2012 por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos(CNDH), señala que “el 76% de las defensoras participantes reconocen especificidades de género en el tipo de violencia que viven porrealizar su trabajo y de éstas 40% señala la violencia sexual como la principal forma de violencia específica. 12% identifican, como principal violencia, las amenazas contra la familia, hijos e hijas. Si bien esta modalidad de violencia puede darse también contra los defensores, en el caso de las defensoras genera una mayor inhibición de su trabajo”.
Situación que se confirma en los testimonios de nuestras entrevistadas. Concepción nos dijo “la condición de ser mujer te coloca en una posición más vulnerable que a los hombres en todos los sentidos, en las detenciones, en las torturas, siempre las mujeres hemos llevado la peor parte, a veces somos como un botín”.
Y no solamente es la agresión, también es el descrédito, las defensoras afrontan el problema de ser reprobadas por la propia sociedad: “la defensora que va y deja su familia y todo por ir a defender es una mala madre, es una desobligada, irresponsable, vieja mitotera”, agregó Martha Figueroa Mier, abogada e integrante de COFEMO.
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