Formas de intervención de Estado en las relaciones de mercado ¿En qué sentido esas intervenciones podrían entenderse como formas de garantizar el funcionamiento del capitalismo?
POR FAVOR LO TENGO QUE ENTREGAR ANTES DE LA 10
30 PUNTOS!!!!!!!!!!!!!!!!!
Respuestas a la pregunta
La intervención del Estado en la actual crisis sistemica del capitalismo.
La masiva intervención del Estado en todo el mundo, consecuencia de la gran crisis actual del capitalismo,
tiene carácter de clase y puede o bien provocar soluciones más favorables para los sectores populares o, en su contrario, reforzar las taras del sistema y crear las bases de una crisis sistémica ulterior aun más elevada.
La actual crisis capitalista mundial y sistémica, hace ver, quizás como nunca, la intrínseca necesidad de la intervención del Estado para salvar el funcionamiento del sistema, en esta etapa monopolista, globalizada, de producción transnacionalizada y de hegemonía del capital financiero sobre el productivo.
El capitalismo viene constituyéndose desde hace décadas, básicamente como un conjunto de monopolios privados, cada vez más globalizados, y de la intervención en la economía de los estados nacionales y multinacionales, donde el rol del Estado está cada vez más condicionado por la necesidad de que el conjunto funcione, esencialmente, en favor del interés monopolista privado, sin lo cual no se podría sostener la rentabilidad del mismo. Esta fase de la etapa monopolista del capitalismo ha sido denominada por teóricos marxistas como «Capitalismo Monopolista de Estado».
Pero, en la actual crisis, resulta más evidente que nunca la enorme transferencia de recursos públicos en favor del capital monopolista y muy particularmente el financiero. Cifras siderales que suman millones de millones de dólares. Y se ve claramente el carácter de clase burgués de los gobiernos de los países capitalistas desarrollados, particularmente en EE.UU., donde se usan esas enormes sumas públicas, para «fondear» a los bancos y empresas financieras, comprándoles los denominados «activos tóxicos» (créditos incobrables, o «basura») para tratar de que sigan funcionando sobre bases privadas, cuando lo
racional sería, con parte de ese dinero, comprar las acciones de los bancos, actualmente profundamente
devaluadas, estatizándolos de esta manera. El resto de ese dinero se podría usar para impulsar el consumo consumo popular y financiar a las empresas de la producción de bienes y servicios no financieros, para relanzar así el círculo virtuoso consumo/producción.
Al retirarse los bancos y empresas financieras de la cotización de sus acciones en bolsa y al subir las cotizaciones de las empresas vinculadas a la producción de bienes y servicios no financieros, dejarían de caer
las bolsas, se estabilizarían y crecerían. Esta sería una vía más lógica de emplear los recursos públicos y la
emisión de dinero y de bonos de los Estados. Pero los gobiernos son extremadamente reticentes a seguir el camino señalado, porque saben que la propiedad Estatal, aun en condiciones de un funcionamiento global capitalista monopolista y estatal en favor del monopolio privado, no deja de ser contradictoria con la propiedad privada, base del sistema. Años de neoliberalismo, han marcado profundamente las conciencias de los políticos de los partidos principales de los países centrales del sistema, lo cual se evidencia particularmente cuando se trata nada menos que de la posibilidad de estatizar al sector financiero, supuestamente palanca del funcionamiento económico del capitalismo.
La vía de fondear a los bancos y empresas financieras, en lugar de estatizarlos, le costará mucho más caro a la ciudadanía mundial, que paga la socialización de las enormes pérdidas del sistema monopolista financiero privado, no sólo mediante recursos impositivos dedicados a tales fines, sino fundamentalmente a través de la inflación internacional que exporta EE.UU. al emitir dólares y bonos del Estado sin contravalor real, que circulan como moneda mundial, para apagar el incendio y salvar el sistema capitalista monopolista.
Precisamente, la enorme emisión de dólares y títulos de la Reserva Federal de EE.UU, sin contravalor real, desde la segunda guerra mundial, que en buena medida se acumula en los bancos centrales de todo el mundo, particularmente en países como China, Japón, India y otros, constituye la madre de las burbujas, que en caso de estallar amenaza con generar una crisis que dejaría chicas todas las burbujas financieras que estallaron hasta aquí.
Ahora bien, el Estado tiene un doble carácter, porque por un lado interviene en la economía, es decir en la estructura básica de la sociedad pero, al mismo tiempo, es un elemento de la superestructura política de la sociedad, donde la ciudadanía tiene posibilidades de influír, a través de la acción política. Es a ésto que le escapan los políticos burgueses de los países centrales cuando tratan, por ejemplo, de evitar la estatización de los bancos y empresas financieras.