formas de dominacion en asia y africa
Respuestas a la pregunta
LA DOMINACIÓN COLONIAL EUROPEA EN ÁFRICA, ASIA Y AMERICA:
Con la expansión colonial española y portuguesa de los siglos XV y XVI —génesis real del sistema capitalista europeo— se inicia la historia del desarrollo euroamericano realizado sobre la base de la explotación de los tres continentes sometidos.
La búsqueda de metales preciosos y de especias de Oriente signa esta primera etapa de expansión europea. Las corrientes comerciales con esa región, que se habían desarrollado a partir de las Cruzadas, incorporan en Occidente nuevos productos cuya demanda crece considerablemente. Paralelamente al desarrollo del comercio y a la ampliación de los mercados, se va gestando en Occidente una demanda creciente de oro y plata —como moneda y elemento de acumulación de riquezas— para las transacciones comerciales.
Dicha demanda también podría ser cubierta por Oriente. Marco Polo había llegado a la China: sus relatos mencionaban minas de oro, construcciones realizadas con piedras preciosas, esmeraldas, diamantes, etc.
Las noticias sobre Japón no eran menos tentadoras. Introducirse en las civilizaciones orientales para obtener sus riquezas y sus productos fue el objetivo de las expediciones comerciales que se desarrollaron a partir del siglo XV.
El cierre del comercio con Oriente por el Mediterráneo —producido por la invasión turca en el Asia Menor— obliga a las corrientes comerciales a buscar nuevas rutas de acceso. Portugal descubre la ruta hacia la India y monopoliza el comercio con el Este estableciendo factorías fortificadas a lo largo de las costas de África y Asia; a principios del siglo XVI domina, además, las costas de China y Japón.
El descubrimiento de América brinda a España la posibilidad de explotar las ricas minas de oro y plata, luego de la dominación de los imperios Incaico y Azteca, Los pueblos orientales y americanos poseían, en esta etapa histórica, civilizaciones que habían alcanzado un importante desarrollo. Pero la utilización de la pólvora y las armas de fuego, junto con la posibilidad de explotar las luchas internas existentes en estas sociedades, brindarán a Europa una neta superioridad en el ejercicio de la violencia, la cual será utilizada hasta sus últimas consecuencias para imponer la dominación sobre los pueblos autóctonos. La colonización irá gestando diferencias en el papel que se le asigna, en esta primera etapa, a cada uno de los continentes. Entre los siglos XV y XVIII, América y África fueron los más expoliados. América cumple el papel de productora de oro y plata y de materias primas tales como algodón y azúcar.
Para esta producción los portugueses y españoles utilizan dos fuentes principales de mano de obra: los indios del altiplano para la extracción minera y la producción agrícola de las zonas serranas y los esclavos traídos de África para las grandes plantaciones de algodón y azúcar. Así, el sistema de trabajo forzado a través del régimen de encomienda con los indios y la esclavitud de los negros africanos constituyen las dos formas principales de desarrollo de la economía colonial americana. Este régimen, intrínsecamente violento, cobró cuantiosas víctimas. Como refiere Fray Bartolomé de las Casas “… A estos corderos tan dulces (los indígenas) los españoles los trataron como lobos, leones y tigres famélicos, y no han hecho desde hace cuarenta años más que ponerlos a la defensiva, matarlos, angustiarlos, afligirlos, atormentarlos y destruirlos por medio de crueldades nunca vistas ni leídas ni oídas antes, al punto que de tres millones que habitaban la isla Española (Haití) que hemos conocido, sólo han quedado doscientos. La causa por la cual mataron tanta gente ha sido que su último fin y objetivo fue enriquecerse en poco tiempo. . . “