final de La historia El Niño Astro
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
No soy digno de ello, pues he negado a mi madre que me dio a luz, y no descansaré hasta encontrarla y conseguir su perdón. Así, pues, déjenme ir que debo seguir errando por el mundo y no me puedo detener, aunque me ofrezcan una corona y un cetro.
Pero al acabar de hablar, volvió su rostro hacia la calle que conducía a la puerta de la ciudad, y ¡oh milagro!, entre la muchedumbre apiñada tras los soldados, vio a la mendiga que era su madre y junto a ella al leproso del camino.
Dio un grito de júbilo y corrió apartando a la gente, y, arrodillándose ante su madre, le besó las heridas de sus pies y los regó con sus lágrimas. Bajó la cabeza, y sollozando como el que tiene desgarrado el corazón, le dijo:
-Madre: te negué en la hora de mi orgullo; recíbeme en la hora de mi humildad. Madre, te aborrecí; dame tu amor. Madre, te rechacé; acoge ahora a tu hijo.
Pero la mendiga no le respondió una palabra. Él entonces se abrazó a los pies del leproso, diciéndole:
-Tres veces tuve compasión de ti; dile a mi madre que no permanezca sin hablarme.
Pero el leproso no le respondió una palabra y él sollozó de nuevo y dijo:
-Madre: mi sufrimiento es superior a mis fuerzas. Perdóname y permíteme que vuelva al bosque. Y la mendiga, poniéndole la mano sobre la cabeza, le dijo:
-¡Levántate!
Y el leproso, poniéndole la mano sobre la cabeza, le dijo también:
-¡Levántate!
Púsose en pie, los miró y… ¡eran un rey y una reina!
Y la reina le dijo:
-Este es tu padre, al que socorriste.
Y el rey le dijo:
-Esta es tu madre, cuyos pies has regado con tus lágrimas.
Y lo abrazaron y lo besaron y lo llevaron al palacio, donde lo vistieron con ropas magníficas y le colocaron la corona sobre la cabeza y el cetro entre las manos. Y él gobernó la ciudad de junto al río. Y fue su dueño y señor. Fue justo y misericordioso con todos; desterró al mago perverso y colmó de grandes regalos al leñador y su mujer, y de honores a sus hijos; no toleró que nadie se mostrara cruel con los animales ni con los pájaros; dio ejemplo de amor y caridad, vistió al desnudo, y hubo paz y prosperidades sobre la tierra. Pero no gobernó mucho tiempo; sus sufrimientos habían sido tan grandes y tan terrible la fuerza de su prueba, que murió tres años más tarde.
Y su sucesor gobernó mal.
FIN
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