filosóficamente analizamos la pandemia
causa- efecto
¿qué pasó
¿por qué pasó?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
coronita pliss
Explicación:
Lo que comenzó como una sopa de murciélago en una ciudad China, terminó siendo la crisis sanitaria más grave del siglo XXI. Desde que el COVID-19 traspasó las fronteras del país asiático, científicos e intelectuales de todo el mundo reflexionan sobre los posibles escenarios que se desprenderían de esta emergencia. Conversamos en profundidad con tres filósofos chilenos sobre los efectos éticos, políticos y sociales que podría tener esta pandemia.
La crisis provocada por el COVID-19 no ha dejado indiferente a nadie. Médicos, ingenieros, economistas, científicos, sociólogos, historiadores y políticos, entre muchos otros, se han dado a la tarea de discutir y reflexionar sobre las diferentes problemáticas que despertó la pandemia.
En este contexto, una de las publicaciones más destacadas de los últimos meses ha sido “Sopa de Wuhan” compilado que reúne quince columnas de opinión publicadas por grandes pensadores contemporáneos en las que debaten sobre los posibles efectos que la emergencia sanitaria provocará en toda una generación.
Entre los autores de esta antología publicada por la editorial “Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (APSO)”, destacan Giorgio Agamben (1942, Italia); Slavoj Zizek (1949, Eslovenia); Jean Luc Nancy (1940, Francia); Franco Birardi (1949, Italia); Judith Butler (1956, Estados Unidos); Patricia Manrique (1970, España); Byung-Chul Han (1959, Corea del Sur).
En mayor o menor medida, los ensayistas aluden a miradas del presente e hipótesis sobre el futuro de la humanidad: aseguran que esta crisis sanitaria motivará un cambio social; explican cómo la pandemia refleja la desigualdad social y económica entre países; abordan el poder de las redes sociales catalogadas como “más virales que el propio virus”; y algunos se aventuran a vaticinar el fin de los sistemas económicos tradicionales.
En Chile la discusión sigue un rumbo similar, en un debate que los meses previos a la crisis sanitaria, ya se anunciaba con urgencia en nuestro país. Al parecer, el sistema occidental tiene sus debilidades, que quedan al descubierto principalmente en el colapso de las economías. En este contexto y para profundizar en los posibles escenarios futuros, tres filósofos delinean sus análisis de lo que ha significado la crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2 para nuestra sociedad.
La idea es la siguiente: Tres filósofos, tres preguntas, y tres certeras respuestas. Sin edición, ni bálsamos:
“Somos más exitosos que otras especies porque cooperamos”
Diana Aurenque: Doctora en Filosofia por la Albert-Ludwigs-Universität Freiburg y habilitada en ética médica por la Eberhard-Karls- Universität Tübingen, Alemania. Vicedecana de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile.
En mi opinión, y si me permite una analogía, el papel de la filosofía se reduce a arrojar luz conceptual sobre problemática centrales de la existencia. Y eso es justamente lo que puede hacer en esta crisis. Piense en las problemáticas éticas. Hablamos de salvar vidas ¿pero a que costes? Hablamos de no hacer peligrar la economía y el bienestar ¿pero que entendemos por bienestar? ¿Y cómo resolvemos situaciones en que “salvar vidas” y “bienestar” se oponen? ¿Y cómo evaluamos las metodologías económicas muy utilizadas para valorizar vidas, tales como el capital humano, las preferencias reveladas o la evaluación contingente? ¿Y que pasa con la oposición entre libertad y seguridad? Ninguna de estas preguntas, centrales para la crisis hoy, se puede responder sin adoptar una perspectiva filosófica. Ninguna. En el mundo de las políticas públicas es corriente o suponer que las cuestiones éticas son evidentes, o qué se trata sólo de cuestiones técnicas. Pero esas suposiciones son incorrectas. Hay que resistir a los dogmáticos y a los burócratas. Y eso sólo se puede hacer asumiendo una perspectiva filosófica.