FABULA QUIQUI EL POLLITO PERSEVERANTE
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Kikí el pollito perseverante Había una vez en una granja enorme un hermoso pollito pequeño pero muy valiente llamad Kikí y todos lo hacían menos porque era muy pequeño sin embargo todos adulaban a polo un gallo grande de hermoso plumaje, él era un gallo de pelea y nadie podía con el pero era muy arrogante y presumido y cada vez que veía a Kiki se burlaba de él. El pobre Kikí se avergonzaba pero era muy valiente y no se daba por vencido y decía en sus adentros un día voy a demostrarle a todos que no se necesita ser pleitista ni violento para valer mucho o para ser útil, así que Kikí ideó un plan para ganarse el respeto de los demás, así que trato de ser el más amable de la granja y el más trabajador. Una tarde ayudo a Pipo el conejo con la tarea y saco diez, otro día ayudo a la señora pato con su canasta del mandado y así Kikí se esforzaba y era perseverante cada día. Un día malhumorado el gallo polo había perdido un anillo de oro que le regalaron en su cumpleaños y estaba furioso, de pronto vio que algo brillaba, en un hoyo poco profundo, pero pequeño, intentó sacarlo pero no lo consiguió y dijo si hubiera alguien pequeño pero muy valiente que se atreviera a bajar, oh si alguien me pudiera ayudar suspiro desesperado. De pronto al escucharlo el Señor Búho dijo yo sé de alguien que te puede ayudar. El gallo polo saltando de emoción pregunto ¿quién es? Si me logra ayudar lo nombraré el más valiente de esta granja añadió. Contesto el búho, Kikí él te puede ayudar. Iré por el. De inmediato el pollito Kikí sin pensarlo se dirigió a ayudarlo, y en un instante entro su pequeño cuerpecito a aquel hoyo donde estaba el anillo y se lo pasó al gallo polo con su piquito. El gallo polo lo felicito, y le pidió perdón por ser grosero y burlón con el pequeño pollito. Por la tarde se hizo fiesta en honor del pollito Kikí, donde fue nombrado el más valiente de la granja y todos los animales de aquel lugar aplaudieron la perseverancia de aquel pollito valiente. Moraleja: no importa qué pequeño seas, pues tu perseverancia te dará grandes preseas.