f) ¿Qué le ocurre a la oferta de computadoras de escritorio
cuando disminuye el precio de las computadoras de escritorio
portátiles (laptops)? Complemente o respalde su respuesta
mediante el uso de gráficos.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
econocidos, fueron llegando
—Bocachico, sube la corriente y riega la noticia a todo lo largo del
río, en sus afluentes en las lagunas y en las cabeceras.
Enfrentándose a la corriente con sus poderosas aletas, Bocachico nadó
afanoso río arriba.
—Pez Volador, recorre los mares y comunica a sus habitantes que
vengan a la gran Asamblea de la Paz.
Saltando sobre las aguas, el Pez Volador voló y voló sobre la
inmensidad del océano con la buena noticia. Luego Conejo dirigió a Tío
Sapo:
—Tú, que eres buen nadador y gran caminante, visita a los que viven
en cuevas bajo el agua y comunícales que los esperamos en la próxima luna
llena, aquí en Tamalameque, donde se hará la reunión.
Y con aquellos mensajeros, Tío Conejo estuvo seguro de que no
faltaría ninguno de los invitados.
TAMALAMEQUE, CIUDAD COSMOPOLITA
EN VÍSPERAS de instalarse la gran Asamblea, Tamalameque fue invadida por
una gran muchedumbre que irrumpió en casas, avenidas, parques, hoteles y
demás sitios. Se veían los trajes más raros del mundo; por todas partes se
hablaban idiomas extraños y reinaba gran confusión.
Realmente el pueblecito tranquilo se convirtió en una gran ciudad
modernísima como jamás pensó el ingeniero Comején. Muchos invitados,
deseosos de vivir como en sus respectivas ciudades, construyeron sus casas
de acuerdo con sus propias costumbres.
Había tres clases de habitaciones: las terrestres, las submarinas y las
aéreas. Las aves y los insectos voladores vivían por lo alto, en los árboles y
techos de las casas.
Tía Oropéndola guindó su nido de las ramas más elevadas de un árbol;
Tía Golondrina construyó su cuarto en el alar de una casa; Tío Pavo, Tía
Gallina y Tía Guacharaca en los caballetes. A nivel de tierra habitaban Tío
Escarabajo, Tía Culebra, Tío Perro y Tío Gato, separados por una
alambrada. Otros gustaban vivir en cuevas: Hormiga, la acarreadora;
Lombriz, la descamisada; Tío Armadillo, el sastre; y, desde luego, la mejor
de todas las mansiones era la del ingeniero Comején.
En el río Magdalena, unos vivían en la orilla y otros en mitad de la
corriente. Tía Garza, la zancuda, aun cuando sabía que estaba prohibido
pescar, se quedó en la orilla dispuesta a pillar el primer pez que pasara; Tío
Cangrejo construyó su casa con dos puertas, una para cuando venía
retrocediendo y otra para cuando llegaba de frente; Tía Tortuga, la
dormilona, mantenía la ventana cerrada y Sapo, que gustaba de cantar, se
pasaba haciendo gárgaras de agua. En plena corriente, Caimán brincaba y
daba coletazos. Lo acompañaban en este juego Tío Sábalo y otros peces que
habían venido del mar; Tío Delfín, el saltarín, y Tiburón, el sanguinario. Tío
Bagre, que siempre vivía en el río, no se cansaba de estirar sus largos
bigotes contemplando a los invitados que no conocía. Para que no se dijera
menos de él, Pez Sierra serruchaba a cuanto árbol bajaba flotando en el río.
Los peces pequeños, atemorizados de tanto alboroto, se mantenían en
la orilla o bien profundo bajo el agua. Tía Mojarra llamó a sus hijos para
que vieran tantas maravillas y junto a los pequeños de Tía Agujeta y a los
de Tío Moncholo, poco amigos de las fiestas, salieron con sus ojos
abultados para mirar a los delegados extranjeros, cuyos vestidos y
costumbres constituían la atracción de todos.
TÍA BALLENA CAUSA TEMOR
TÍO GUARCIPOLO y Tío Martín Pescador, a la orilla del río, comprobaron con
asombro que la corriente retrocedía en una ola gigantesca y comenzaron a
gritar:
—¡Peligro! ¡Peligro!
Los que pudieron saltaron a tierra, huyendo de la ola que veníagdygydsgcydgcydgy
Explicación paso a paso: