expresa lo que sabes de Jesús y resume al final 2 0 3 características principales de su persona. aiiuuda
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El amor de Cristo es un elemento central de la fe y la teología cristiana.1 Se refiere tanto al amor de Jesucristo por la humanidad, el amor de los cristianos a Cristo y el amor de los cristianos a otros (Juan 15:9-17). Estos dos aspectos no son distintos en las enseñanzas cristianas: el amor a Cristo es un reflejo de su amor a sus seguidores.2
El tema del amor es el elemento clave de los escritos joánicos.2 En el Evangelio de Juan, la perícopa del Buen Pastor (Juan 10:1-21) simboliza el sacrificio de Jesús sobre la base de su amor. En ese evangelio, el amor a Cristo se traduce en el seguimiento de sus mandamientos, en su Discurso de Despedida (Juan 14:23) Jesús indica: «El que me ama, mi palabra guardará». En la Primera Epístola de Juan (1 Juan 4:19), la naturaleza reflexiva de este amor se pone de relieve: «Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero», lo que expresa el amor a Cristo como un reflejo del amor mismo de Cristo. Hacia el final de la última cena, Jesús da a sus discípulos un nuevo mandamiento: «Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos».34
El amor de Cristo es también un tema en las epístolas de Pablo.5 El tema básico de la Epístola a los Efesios es el de Dios Padre iniciando la obra de la salvación a través de Cristo, quien voluntariamente se sacrifica a sí mismo basado en su amor y obediencia al Padre. Efesios 5:25 afirma: «Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella». Efesios 3:17-19 se refiere al amor de Cristo y al conocimiento de Cristo, y considera que para amar a Cristo necesariamente se debe conocerlo.6
Muchas figuras prominentes cristianas han expuesto sobre el amor de Cristo. Agustín de Hipona escribió que «el amor común de la verdad une a las personas, el amor común de Cristo une a todos los cristianos».7 Benito de Nursia instruyó a sus monjes a que «nada absolutamente antepongan a Cristo». Tomás de Aquino señaló que aunque ambos, Dios Padre y Cristo, tenían el poder para detener a los que mataron a Cristo en el Calvario, no lo hicieron, debido a la perfección del amor de Cristo. Aquino también opinó que, dado que el «amor perfecto» echa fuera el temor, Cristo no tuvo miedo cuando fue crucificado, porque su amor era completamente perfecto.89 Teresa de Ávila considera al perfecto amor como una imitación del amor de Cristo.10
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