exponentes del teatro en bucaramanga
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El Teatro Santander construido entre 1928 y 1932; un hito urbano de Bucaramanga, destacado por su belleza arquitectónica, el escenario teatral más atractivo de la época, o mejor aún, en palabras del doctor Julio Zuluaga Arango, un “templo magnífico de arte y un santuario donde habrán de sentirse y de vivirse las más agradables impresiones”, así lo expresó en su discurso de inauguración del Teatro el sábado 20 de febrero de 1932.
En la primera mitad del siglo XX la cultura se convierte en una necesidad para Bucaramanga, el desarrollo de la ciudad y su crecimiento progresivo requería la creación de un espacio cultural. Quizás fue esa la razón que motivó a Julio Valdivieso a asociarse con Antonio Chedraui y otro grupo social, muy selecto de aquel entonces, y formar la Sociedad Teatro Santander S.A., con la que no solo constituirían un negocio para satisfacer dicha necesidad, sino que además le apostarían a un proyecto que adornaría la ciudad con una edificación de alto nivel como en las grandes ciudades del mundo.
Fue así como inició la construcción del Teatro Santander, dirigida por el arquitecto francés George Carpentier y posteriormente remodelado por el arquitecto Federico Blodeck Ficher en 1948. La edificación se construyó en lo que para la época era el corazón de una zona de esparcimiento, desarrollo cultural y comercial para Bucaramanga: El Parque Centenario.
El 20 de febrero de 1932 se inauguró el Teatro, un edificio de estilo republicano, imponente y símbolo de desarrollo para Bucaramanga. Éste llegó a ser uno de los teatros más importantes, en el que se realizaban grandes conciertos, obras de teatro, zarzuelas y operetas, entre otras veladas que se hacían imperdibles para los bumangueses y visitantes. El ‘Santander’ significó madurez cultural para una comunidad con ansias de consumir espectáculos culturales, que hasta entonces sólo estaban disponibles para las sociedades más avanzadas.
Para 1948 Cine Colombia, una compañía que ya emergía como proveedora de cinematografía en el país, adquirió el Teatro Santander por la suma de $250.000 pesos colombianos, con el fin de brindar una oferta a una sociedad que aumentaba en número y se empezaba a interesar por los espectáculos de variedades y el entretenimiento cinematográfico.
Lo anterior estimuló a que Cine Colombia le hiciera al Teatro algunas adecuaciones para convertirlo en una sala de proyección de películas. Mientras hacían los cambios al interior del inmueble, éste se mantuvo cerrado. Ya para la década de los 70’s le hicieron nuevamente una reforma, pero esta vez los cambios eran considerables, ya que dividieron el espacio interno en tres partes para convertirlas en salas de cine independientes. Esto causó que la sala magistral del teatro desapareciera y de esta forma se modificara la razón por la que había sido creado.
A esta situación se le sumó el apogeo que se vivía a los alrededores del Parque Centenario, el cual pasó de ser un sector de esparcimiento social y cultural, a un punto de encuentro para los viajeros de la región y para los años 80 a uno de los sanandresitos más grandes del país, pues las personas que viajaban a Maicao y a la frontera con Venezuela empezaron a traer mercancías de contrabando, para venderlas allí.
La situación fue insostenible, razón por la que el gobierno local decidió trasladar a los vendedores a otro espacio. Esto dejó un vacío en el sector, que consigo trajo el deterioro y a su vez el desinterés de los bumangueses por ir a la zona, y de los propietarios del Teatro Santander por mantenerlo en uso. Lamentablemente, la importancia y valor patrimonial del Parque Centenario y su contexto inmediato, no lo libraron de convertirse en un foco de problemáticas sociales.
Finalmente, en 2001 el Teatro Santander cerró sus puertas, cayendo en desuso y deterioro, e incluso se llegó a pensar en demolerlo. En 2005 Cine Colombia donó el predio a la Universidad de los Andes, sin que esto significara su recuperación. El abandono del Teatro llamó la atención de un grupo de ciudadanos y líderes sociales, quienes manifestaron su inconformismo por el estado paupérrimo en el que se encontraba este monumento arquitectónico y su futuro incierto.
En 2007 la Alcaldía de Bucaramanga declaró el Teatro Santander como bien de Interés Cultural de Carácter Municipal, lo que le permitió quedar protegido por la ley 397 de 1997, la cual estipula en su artículo 11 que no podrá ser demolido, destruido o removido sin la autorización del Municipio de Bucaramanga. Tampoco se podrá efectuar intervención alguna sobre él, sin la correspondiente autorización del Ministerio de Cultura.
El 23 de octubre de 2008 el entonces alcalde de Bucaramanga firmó la escritura con los representantes de la Universidad de los Andes, en la que se formalizó la compra del predio. Para 2009 se inició la intervención del inmueble para recuperar este hito urbano y cultural destacado de la ciudad.
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