Explique las características del arte romano en cuanto a: Pintura,
Arquitectura, Escultura.
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Respuesta:
Características del arte romano
Las principales características del arte romano son las siguientes:
En general, fue utilitario. Tendía a expresar la idea de Roma como centro del mundo y a exaltar el poder del Estado romano.
Su gran influencia griega, que se inició a partir del contacto de Roma con las ciudades griegas instaladas en el sur de Italia, se intensificó con la conquista de los reinos macedonios.
La mayoría de los artistas que trabajaban en Roma eran griegos y los coleccionistas adquirían o hacían copiar esculturas de ese origen.
Alcanzó su máximo desarrollo a partir de la constitución del Imperio, bajo el reinado de Augusto, en el año 27 a. C. Entre las clases altas se desarrolló un intenso consumo de obras que estimuló el comercio artístico.
Se destacaron de su arte la arquitectura y la escultura. En ambas disciplinas los romanos introdujeron nuevas tipologías y géneros.
Simultáneamente al arte estatal y monumental, existió un arte popular que se manifestó en los relieves de las tumbas. Estos relieves muestran un gusto por la representación minuciosa de situaciones de la vida cotidiana.
Arquitectura romana
La arquitectura romana es la disciplina en la que mejor se manifestó el poder del Estado, a través de la construcción de grandes obras para uso público. También es la que ha quedado mejor documentada. No solo perduraron numerosas construcciones, sino que se conserva un tratado teórico, De architectura, escrito por Vitruvio en el siglo I a. C.
La arquitectura romana se caracteriza por:
El uso del arco de medio punto y, como derivación, la bóveda de cañón corrido y la cúpula.
El empleo de hormigón (también llamado mortero) y el elaborado uso de ladrillos de distintas formas.
La incorporación del diseño de amplios espacios interiores.
La planificación del espacio urbano.
El desarrollo de nuevas tipologías arquitectónicas.
La influencia griega en la arquitectura se manifestó en el uso de los órdenes de arquitectura griegos (dórico, jónico y corintio) o sus adaptaciones, pero con un fin ornamental.
Tipologías arquitectónicas
Algunas de las tipologías arquitectónicas que introdujeron fueron las siguientes:
Anfiteatro: edificio cerrado de planta elíptica, ideado para realizar espectáculos públicos, como las luchas de gladiadores.
Basílica: amplio espacio cerrado ubicado en los foros de las ciudades importantes, donde se realizaban actividades judiciales y comerciales. Luego de la caída del Imperio romano, esta tipología dio lugar a las iglesias cristianas.
Circo: pistas para carreras de carros de caballos, con graderías para el público. Son los antecedentes de los hipódromos actuales.
Termas: edificios con una función similar a la de los clubes actuales. Tenían baños públicos, salones para realizar deportes, bibliotecas y salas de reuniones.
Arcos de triunfo: estos arcos, cubiertos de relieves conmemorativos, reproducían las puertas de acceso a las ciudades y recordaban las hazañas de los generales victoriosos.
También fueron característicos de la arquitectura y la ingeniería romanas la red de caminos, los puentes y acueductos que se construyeron por todo el territorio del Imperio.
Escultura romana
La escultura romana, especialmente a partir del Imperio, importó los modelos griegos, pero los adaptó a su propia concepción del mundo, más concreta, realista y práctica.
Se caracterizó por la introducción de dos géneros: el retrato y relieve narrativo.
El retrato escultórico atravesó diversas etapas estilísticas: en el período republicano eran más rígidos y austeros; luego, tendieron a la idealización de los personajes en los primeros años del imperio y hacia el final adoptaron rasgos más expresivos. A pesar de esas diferencias, los retratos siempre buscaron reproducir de manera naturalista los personajes que representaban.
Los relieves narrativos son verdaderas descripciones históricas realizadas sobre la piedra. En general, representaban las glorias militares de los emperadores y generales y se desplegaban en altares, arcos de triunfo, columnas conmemorativas y tumbas.
Pintura romana
La mayor parte de la pintura que sobrevivió de la antigua Roma es mural y procede de la ciudad de Pompeya. Estos frescos quedaron preservados cuando la ciudad fue sepultada por las cenizas de la erupción del Vesubio, en el 79 d. C.
A partir de esos hallazgos, los investigadores establecieron cuatro estilos de pintura mural pompeyana:
Primer estilo: las paredes se pintaban imitando placas de mármol de colores.
Segundo estilo: se simulaba un espacio exterior, como si la pared no existiera. A veces también se incluían personas o escenas.
Tercer estilo: las paredes se pintaban de colores planos y se incluían pequeños detalles.
Cuarto estilo: se buscaba una síntesis entre el segundo y el tercero. Sobre paredes de colores planos, se abrían espacios con escenas naturalistas.
Otra manifestación pictórica característica fueron las escenas con mosaicos. En este caso, las imágenes se construían con pequeñas piezas de mármol de distintos colores.