Historia, pregunta formulada por mari326, hace 9 meses

explique la relación entre los grupos cafetaleros y el ejército costarricense de la época​

Respuestas a la pregunta

Contestado por paonava2408
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Respuesta:

En diciembre de 1849, accedió al poder Juan Rafael Mora Porras. Con la llegada al poder de esta figura, la naciente élite cafetalera logró un consenso que puso fin —temporalmente— a las disputas de finales de la década de 1840. Ese consenso permitió aprovechar los beneficios que el cultivo y exportación del café empezaron a reportar a la élite costarricense13 y a las autoridades estatales, que se beneficiaron del incremento de los recursos económicos recaudados a través de los impuestos.

La vinculación al mercado internacional permitió a las autoridades del Estado contar con más recursos económicos, que fueron generados —como se explicó en el primer apartado de este artículo— gracias al aumento del cobro de impuestos

a los bienes importados y por la venta de tierras baldías, que se vieron favorecidas,

a su vez, por el auge del cultivo del café. Como ha sido señalado por autores como Fallas (2004), una parte de esos recursos fueron utilizados para fortalecer al ejército. Los eventos de finales de la década de 184014 le habían demostrado a Mora que si deseaba mantenerse en el poder era necesario desarrollar medios para asegurar el control del Poder Ejecutivo sobre el ejército.

Para ejercer un mejor control de las fuerzas militares, Mora Porras nombró a su hermano como comandante de las armas15 y promulgó un nuevo reglamento de organización militar, con el que se aseguró la capacidad de controlar el tamaño, la ubicación en el territorio y la organización de las fuerzas armadas (“Decreto de organización”, 1850). Mora se aseguró también de fortalecer la institución mediante intentos por mejorar el entrenamiento de las tropas (González, 2005, p. 26; “Revistas de comisario”, 1856).

Estos cambios se dieron en un ambiente económico favorable, en el cual el Estado costarricense gozaba de superávits en los primeros años de la década de 1850 (Fallas, 2004). La situación del país parecía envidiable, con crecientes ingresos fiscales y un Gobierno estable, pero desafortunadamente, la situación internacional vendría a acabar con esas condiciones económicas y sociales de la primera mitad de la década de 1850.

La combinación de los problemas políticos de Nicaragua, la disputa geopolítica por el control de la ruta de tránsito y la expansión de la influencia de Estados Unidos en la región, posibilitaron la llegada de William Walker y sus filibusteros al territorio centroamericano (Brown, 1980). Ante esa amenaza, el presidente de Costa Rica decidió declarar la guerra y enviar a las tropas costarricenses a Nicaragua, para que junto a los ejércitos de los otros países centroamericanos enfrentaran a los filibusteros.16

Los dos años de guerra fueron toda una prueba para las fuerzas armadas de Costa Rica, cuya experiencia se reducía a conflictos que se resolvían con pocas batallas —muchas veces solo con una— y se zanjaban en cuestión de semanas. La guerra fue costosa, tanto en vidas como en dinero; pagar por los gastos derivados del conflicto obligó al Estado a usar todos los medios para obtener recursos, desde los empréstitos internos hasta los préstamos internacionales, como por ejemplo el empréstito por 50 000 pesos que intentó reunir el Estado (“Expediente del empréstito”, 1856). La dinámica de la financiación de la guerra contra los filibusteros ha sido estudiada por diversos autores, que concuerdan en señalar que sin este tipo de acciones, el Estado no hubiese podido financiar el conflicto (Fallas, 2004; Rodríguez-Porras, 2012).

La guerra pasó factura a la Administración: las muertes y el fin de los años de prosperidad económica multiplicaron las críticas al Gobierno; los opositores de Mora empezaron a resentir el carácter autoritario del presidente. Hay que señalar que este había utilizado de manera evidente su posición para favorecer sus negocios personales, lo que terminó por enemistarlo con buena parte del grupo de comerciantes/cafetaleros, que lo habían apoyado en sus primeros años de Gobierno

(Fallas, 2004, pp. 99-116).

La pérdida de apoyo provocó que Mora dependiera cada vez más de las fuerzas armadas, por lo cual el presupuesto asignado a estas creció en los últimos años de su Gobierno (ver tabla 5). Como se puede apreciar en los datos, los gastos militares continuaron la tendencia de aumentar durante las crisis políticas, momentos en los cuales los militares y la institución ganaban importancia en las disputas por el acceso al poder político en el país.

El aumento de gastos militares, iniciado en los años de guerra, alcanzó su punto máximo en 1859-1860, cuando la situación política empeoró debido a una cuestionable reelección, lo que marcó la ruptura definitiva entre el presidente y parte de los sectores dominantes del país

Explicación:


mari326: Lo resumo
mari326: no es necesario poner todo simplemente busco lo mas importante y lo colocó como un resumen
mari326: gracias de verdad son mi salvación
mari326: :)
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