Explico el proceso de la Guerra Civil de 1947.
Respuestas a la pregunta
violenta de todas las que recuerdan la historia paraguaya, plena de guerras civiles, levantamientos y sonadas militares, y es la primera en el marco de enfrentamiento mundial, en el marco de la guerra fría, que tuvo intervención internacional, además fue decisiva para pergeñar el futuro del país. Al término de la misma se instauró un régimen de persecución no solo ya a los combatientes vencidos sino a todos que no fueran partidarios del gobierno. La consigna de “quien no está con nosotros está contra nosotros” se cumplió a cabalidad. La tercera parte de la población se exilió y fue el inicio de la división de la sociedad paraguaya, solo restablecida en su unidad, con el advenimiento de la democracia, en 1989, por lo que se constituye en un hito del acontecer histórico nacional
La guerra Civil se inició con un ataque de grupos de civiles, excombatientes de la guerra del Chaco, al cuartel de policía en Asunción, el 7 de marzo de 1947, seguido de una sublevación de la Región Militar de la ciudad de Concepción, al norte del territorio nacional, el 8 de marzo. Este enfrentamiento fue entre un sector del ejército paraguayo, autotitulado institucionalista, y el gobierno dictatorial de Higinio Morínigo, que no sólo movilizó a las fuerzas restantes de las FF.AA. sino a un verdadero ejército de civiles del partido colorado, todos con anterior experiencia guerrera durante la guerra del Chaco. El enfrentamiento duró 6 meses
La guerra civil no nació de generación espontánea sino que se estuvo incubando desde diez años antes, con la instalación militar en el poder civil en 1936, con la llamada “Revolución febrerista”, que allanó la emergencia de contradicciones entre militares que conllevó a una etapa de “crisis política permanente”, pleno de intentos de golpes de estado, cuartelazos, de cambios en las cúpulas militares, una inestabilidad militar en que ninguno de los sectores emergentes después de la guerra del chaco pudo imponer definitivamente su hegemonía durante el proceso, inclusive con la dictadura del General Higinio Morínigo.
De hecho, después de la derrota del régimen de la “revolución febrerista” existieron dos tendencias dentro del ejército, uno de carácter institucionalista que buscaba un proceso de cambio con participación civil y otro con tendencia netamente militar y autoritaria. En el plano de los partidos políticos no se evidenció que algún sector estuviera construyendo más que otro, el consenso en la sociedad para aspirar a una toma del poder por medios civiles.
El General Higinio Morínigo se apoyó en esas circunstancias, en 1940, para hacerse del poder e impuso una férrea dictadura.“Pueblo y ejército actuarán desde ahora bajo la dirección del mando único. Con la ayuda de Dios ejerceré inflexiblemente para orientar de una vez la Revolución Paraguaya”
Con este autoritario mensaje -30 de noviembre de 1940- estaba anunciando lo que sería su régimen. El eslogan de su gobierno “Orden, disciplina y Jerarquía” de alguna manera manifestaba el pensamiento subyacente la de intentar encuadrar cuarteleramente a la sociedad civil.
Esta dictadura impuso la pena de muerte por cuestiones política, prohibió asambleas, mítines, publicación y difusión de documentos, de artículos críticos hacia las “autoridades nacionales”. Asimismo decretó un receso sindical y la movilización militar de todo obrero que se declarase en huelga. Impuso la censura de previa de Prensa y montó una oficina de Propaganda, encargada de exaltar las virtudes de la “Revolución Nacionalista”.