explicar y prevenir los riesgos del hogar
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Cables eléctricos
Cada vez tenemos más aparatos eléctricos en casa, y hasta los que funcionan sin cables necesitan cables para cargarse.
Precaución: ten cuidado con los extensores de cables. Nunca pongas un extensor en el piso de un lado a otro del cuarto y nunca intentes camuflarlo escondiéndolo debajo de la alfombra. Mantener lejos de lugares con posible contacto de agua.
2. Alfombras
Evitar usar alfombras de poco peso, ya que tienden a arrugarse y enrollarse en los extremos. Todas tus alfombras de área también deben contar en el reverso con una lámina de goma o caucho antideslizante… ¡evitarás más de una peligrosa caída! Cuando se trata de alfombras grandes, pon una cinta de doble adhesivo en todo el perímetro de una alfombra, para así evitar que se levante en los extremos y cause un tropiezo.
3. Juguetes en el piso
Si tienes niños o nietos pequeños en casa, seguro que te has tropezado alguna vez con sus juguetes. Es uno de esos peligros que causan anualmente una infinidad de torceduras y muchas caídas graves. Lo primero que puedes hacer es delimitar una zona de juegos, especialmente en áreas comunes como la sala o el cuarto de familia. Para ayudarte con esta misión, te comparto una solución que me ha dado buen resultado. Compra azulejos de goma espuma en colores alegres y crea una pequeña alfombra de área. Explica a los niños que esa es su área de juegos (además de su dormitorio), y que solo ahí puede haber juguetes en el piso.
4. Poca luz
La falta de luz, que no nos deja ver los peligros u obstáculos en nuestro camino, puede ser un peligro constante. Soluciona este problema empezando por tu dormitorio. Para encender y apagar la luz fácilmente desde la cama, usa las lámparas que se encienden con solo tocar la base. También puedes poner en los enchufes las lamparillas de noche que se encienden al detectar movimiento. Sitúalas estratégicamente en el camino entre tu dormitorio y el baño y la cocina… ¡lo agradecerás si sueles levantarte en mitad de la noche! Si tienes escaleras, recuerda poner un interruptor de la luz tanto arriba como abajo de las escaleras.
5. El aire que no ves
El aire que respiramos en casa es, en gran parte, responsable de nuestra salud y bienestar. Por eso, presta atención a dos amenazas invisibles que amenazan en tu hogar: el monóxido de carbono y el gas radón. Detectar su presencia y tomar las medidas necesarias para eliminarlos de tu hogar puede salvar tu vida y la de tu familia.
-En el primer caso, instala detectores de monóxido de carbono en los dormitorios y comprueba regularmente (al menos dos veces al año) que funcionen las pilas.
En el segundo caso, el gas radón suele entrar en tu hogar a través de las grietas en los cimientos y es común en casas construidas sobre rocas. Para detectar su presencia (no se ve ni se huele), puedes comprar un kit y hacer tú mismo la prueba de detección. Si el resultado indica que el nivel de radón es igual o superior a 4 pCi/L (picocuries por litro de aire), contrata lo antes posible a una compañía especializada en la mitigación del radón. Quizá solo tengas que sellar grietas en los cimientos o, en otros casos, quizá te recomienden la instalación de un ventilador en los conductos de ventilación de tu vivienda. Una pequeña inversión que ¡puede salvarte la vida!
6. Venenos escondidos
El problema con los “venenos” que acechan en nuestro hogar es que tienen también una función. Por ejemplo, tenemos medicinas, detergentes, productos de limpieza, pesticidas, productos de belleza, entre otros, que usamos en casa. Son productos cotidianos que nos hacen la vida más fácil. Para evitar accidentes y envenenamientos, toma las siguientes prevenciones:
-Guarda siempre las medicinas en su envase original y asegúrate de cerrar correctamente el envase. Si usas medicamentos con tapas fáciles de abrir (ideales si tienes artritis en las manos), asegúrate de guardarlos en un gabinete cerrado.
Todas las medicinas (con o sin prescripción) deben mantenerse fuera del alcance de los niños y de los animales domésticos. Idealmente bajo llave.
-Si cuidas de un adulto mayor, pon los medicamentos en un lugar seguro y supervisa el consumo.
-Mantén todos los limpiadores en sus envases originales. Para evitar confusiones, nunca rellenes (con estos líquidos) envases relacionados con la comida o bebida, como por ejemplo botellas de refrescos.
-Guarda siempre en el congelador un vaso con agua congelada y pon una moneda encima. Si en algún momento ves que la moneda está en el fondo del vaso, es señal de que el agua se ha descongelado y, por tanto, es recomendable botar todo lo que tengas en el congelador para evitar una posible intoxicación.