explicar en un texto de 100 a 200 palabras esto
La historia del hombre ha demostrado que la comprensión de la dignidad de la persona humana y sus derechos está asociada con el dolor físico intenso y prolongado, el
castigo corporal y el sufrimiento moral. En cada ciclo histórico en el que se constatan actos de violencia, masacres y explotaciones desmedidas, se renueva la conciencia
acerca de la necesidad de crearse normas tendientes a vincular la existencia de una
vida más digna.
La comprensión histórica de los derechos humanos y las distintas etapas de su afi rmación guardan referencia con las grandes declaraciones de derechos derivadas de los
avances conquistados por la humanidad. Hay dos factores de solidaridad humana: uno
de orden técnico, transformador de los medios de convivencia, y el otro de orden ético,
cuyo objetivo es armonizar la vida social con el valor de justicia.
Para defi nir el alcance de la expresión derechos humanos hace falta remontarse a los
antecedentes más antiguos de respeto a los derechos de los individuos, los cuales se
hallan en la creación del concepto de ciudadanía, llevado a cabo por los griegos.
Es imposible concebir la vida del ciudadano griego como se podría pensar con respecto al ciudadano de cualquier país contemporáneo. En la Antigüedad clásica, Grecia
no existía como entidad política. Lo que había era una comunidad de lengua y civilización griegas, pero el territorio que corresponde a lo que hoy día se denomina Grecia
estaba dividido en un gran número de ciudades, de tamaño e importancia variables,
completamente independientes las unas de las otras y muy frecuentemente rivales,
hasta el punto de enfrentarse en cruentas guerras.
La ciudad-Estado, que los griegos denominaban polis, era un verdadero pequeño
Estado independiente. Cada una tenía un régimen político propio e instituciones distintas a las de otras ciudades. Todas tenían ciudadanos, pero los derechos de estos no
eran obligadamente los mismos en una ciudad y en otra.
En la República Romana, la limitación al poder político fue lograda no por la soberanía popular activa, sino gracias a la institución de un complejo sistema de controles
recíprocos entre los diferentes órganos políticos. Tres eran los tipos tradicionales de
regímenes políticos citados por Platón y Aristóteles: la monarquía, la aristocracia y la
democracia. Para Polibio, el genio inventivo romano consistió en combinar esos tres
regímenes en una misma constitución, de naturaleza mixta: el poder de los cónsules, según él, sería típicamente monárquico; el del Senado, aristocrático; el del pueblo,
democrático.
Así es que el proceso legislativo ordinario era de iniciativa de los cónsules, quienes
redactaban el proyecto. Este pasaba seguidamente al examen del Senado, que lo aprobaba con o sin enmiendas, para que se sometiera a la votación del pueblo, reunido en
comicios. Ni los cónsules ni los tribunos ejercían sus funciones aisladamente, dado
que siempre se nombraba a dos personas para el mismo cargo. Si uno de esos altos
funcionarios no estaba de acuerdo con un acto practicado por el otro, podía vetarlo.
El mismo poder se les asignó a los tribunos de la plebe con relación a las decisiones
tomadas por los cónsules.
El paso a la Edad Media aporta un nuevo concepto para la humanidad: el de que
todos los hombres son iguales, resultado del principio cristiano de la igualdad y fraternidad entre los hombres. Pablo de Tarso, el verdadero fundador de la religión cristiana
como cuerpo doctrinario, llevó el universalismo evangélico a las últimas consecuencias al aseverar que, frente a la común fi liación divina, "ya no hay ni judío ni griego, ni
esclavo ni libre, ni hombre ni mujer".1
Sin embargo, esa igualdad universal de los hijos
de Dios solo tenía validez en el plano espiritual, pues el cristianismo siguió aceptando
durante muchos siglos la legitimidad de la esclavitud y la inferioridad natural de la
mujer con relación al hombre, como así también la de los pueblos colonizados.
Con base en la concepción medieval de persona es que se empezó a elaborar el
principio de la igualdad esencial de todo ser humano, no obstante la existencia de
diferencias entre los individuos. Esa igualdad de esencia de la persona es la que forma
el núcleo del concepto universal de derechos humanos, derechos comunes a toda la
especie humana, a todo hombre por su condición de hombre. A lo largo de la historia,
la comprensión de la dignidad de la persona humana y sus derechos ha sido, en gran
medida, fruto del dolor físico y del sufrimiento moral. Cada gran irrupción de violencia hace que los hombres se horroricen de la infamia que se abre claramente ante sus
ojos, y el remordimiento por las torturas, las mutilaciones masivas, las masacres y las
explotaciones degradantes hace nacer en las conciencias la exigencia de nuevas reglas
orientadas a una vida más digna para todos.
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Respuesta:
Con base en la concepción medieval de persona es que se empezó a elaborar el
principio de la igualdad esencial de todo ser humano, no obstante la existencia de
diferencias entre los individuos. Esa igualdad de esencia de la persona es la que forma
el núcleo del concepto universal de derechos humanos, derechos comunes a toda la
especie humana, a todo hombre por su condición de hombre. A lo largo de la historia,
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