Explicación {no corta por favor } de los problemas fronterizos de Venezuela (antes y después)
Respuestas a la pregunta
LA preocupación por la profundización, en los últimos años, de los problemas socioeconómicos en las fronteras venezolanas, ha contribuido a transformar los marcos normativos con el fin de fortalecer las áreas comunes, incrementar la seguridad y fomentar el desarrollo social y económico de estos espacios. No obstante, en el caso específico de la frontera colombo- venezolana, se observa que existe una brecha importante entre la propuesta gubernamental y la dinámica propia de la zona.
a) El papel de las instituciones en el desarrollo económico
A continuación se presentan distintas ideas desplegadas por expertos acerca de la importancia que tiene para el desarrollo económico sostenible un marco institucional robusto.
North (1996: 15), explica que:
Las instituciones representan las reglas del juego de una sociedad. Están formadas por la normativa formal –leyes, reglamentos, ordenanzas- y, con igual rango de importancia, por las normas informales de comportamiento –códigos de conducta, convenios- cuya importancia radica en la imposibilidad de que una economía funcione eficientemente si sólo cuenta con una normativa formal; además de las normas y reglamentos que rijan la economía, se hace necesario complementarla con normas de conducta que rijan el comportamiento. Las normas de conducta ideales que promueven bajos costos de transacción, son aquellas que establecen a la honestidad, la integridad, el cumplimiento de los acuerdos y otros similares como normas primordiales de funcionamiento (…).
Del mismo modo, expone que deben considerarse además de la normativa formal e informal, la manera como se obliga al cumplimiento de las mismas; ya que, el funcionamiento de las instituciones será totalmente diferente, si no hay nadie que obedece las reglas. Por lo que, se debe integrar la política y la economía. Así mismo, es necesario que haya transparencia y credibilidad en los compromisos adquiridos por parte de todos los involucrados (North, 1996).
Salama (2009), indica que la causa probablemente más importante de la persistencia de las desigualdades en el desarrollo de los países es la debilidad de las políticas sociales. En este sentido, deja ver la importancia que tienen el establecimiento de políticas más eficientes y focalizadas para atender los sectores más vulnerables de la población.
Acemoglu y Robinson (2012), refieren cómo ni la cultura, ni la geografía, ni la ignorancia es lo que mantiene pobre a un país. Y, que el desarrollo y la prosperidad de una nación están asociados con instituciones económicas inclusivas (este postulado, constituye la tesis central del trabajo de estos autores)1. Advierten los especialistas, que para que las organizaciones de un país sean incluyentes, deben ofrecer seguridad a la propiedad privada, un sistema jurídico imparcial y servicios públicos que proporcionen igualdad de condiciones en lo que las personas puedan realizar intercambios y firmar contratos; además de permitir la entrada de nuevas empresas y dejar que cada persona elija la profesión a la que se quiere dedicar. Estas condiciones permiten fomentar la actividad económica, aumentar la productividad y la prosperidad económica. Así mismo, la sociedad necesita servicios públicos, infraestructura pública, transporte para poder trasladar las mercancías y algún tipo de regulación básica para impedir el fraude y las malas conductas. Es por esto, que las instituciones inclusivas necesitan al Estado y lo utilizan, porque son este tipo de organizaciones las que permiten fortalecer el des
Del mismo modo, hacen mención al hecho de comprender cómo la historia y las coyunturas críticas perfilan el camino de las instituciones económicas. Explican como el círculo virtuoso surge no solamente por la lógica inherente del pluralismo y el Estado de derecho, sino también porque las instituciones políticas inclusivas tienden a apoyarse entre sí. De esta forma, se tiende además a una distribución más igualitaria de la renta, lo que confiere poder a un segmento más amplio de la sociedad y hace que las reglas del juego político sean más equitativas. Esta situación limita lo que se puede lograr usurpando poder político y reduce los incentivos para recrear instituciones políticas extractivas (Acemoglu y Robinson, 2012).