Explica y menciona los elementos que hacen parte del mensaje del Reino que trae Jesús a la humanidad
Respuestas a la pregunta
En el primer capítulo de Marcos, después de que Juan bautizó a Jesús, Jesús fue tentado durante cuarenta días en el desierto. Inmediatamente después, lanzó su ministerio con estas palabras: “Este es el tiempo de la plenitud. El reino de Dios está cerca. Arrepiéntanse y crean en el evangelio” (1,15).
En Lucas 4,43 Jesús aseguraba que anunciar la buena nueva del reino era el fin para el cual había sido enviado.
¿Qué quería decir Jesús con reino de Dios?
Después de su muerte y resurrección sus seguidores (incluyendo más tarde a Pablo), también predicaban en su nombre, también llamaban a la gente a arrepentirse y creer en el evangelio. Pero el evangelio que predicaban los seguidores de Jesús era la buena nueva de que Jesús de Nazaret era el Mesías, al que habían crucificado y que había resucitado de entre los muertos (Ver Hechos 3,13-15).
Los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) nos dicen que Jesús empezó en algún momento a advertir a sus discípulos de que le habrían de matar y que resucitaría al tercer día (como en Marcos 10,34). El evangelio que predicaba como parte de su ministerio público, sin embargo, parece estar centrado en la buena nueva de que el reino de Dios estaba cerca, esto es, estaba tan cerca que casi se podía tocar.
A veces Jesús parecía sugerir que el reino de Dios había ya comenzado (Mateo 21,31; Lucas 11,29; 17,20-21) mientras que mucho más a menudo aseguraba su cercanía. Esto es lo que frecuentemente se describe como la paradoja del “ya, pero todavía no” de la cercanía del reino.
Muchas de las parábolas de Jesús exploran el misterio del reino de Dios y el valor inestimable de pertenecer a él, pero nunca nos dicen exactamente lo que es. Hoy día, muchos cristianos lo asocian simplemente con el cielo. De hecho, el evangelio de Mateo normalmente se refiere al reino de Dios como “el reino del cielo.” Pero aún significa algo más para Mateo que simplemente el lugar donde esperamos vivir con Dios después de morir.