Explica ¿Sera recomendable para el consumo del hombre utilizar las aguas de los ríos o de poso?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
si se extrae agua limpia pero si esta contaminada no hay posibilidad de tomarlas pero un problema hay y una buena noticia la mala esque hay más de 1m de riós contaminados en el mundo y lo bueno es que la cuarentena a reducido la sucuedad tanto en ríos como mares o calles
Respuesta:
La finalidad principal
de las Guías para la
calidad del agua de consumo
humano es la protección
de la salud pública. Las
Guías proporcionan las
recomendaciones de la
Organización Mundial de la
Salud (OMS) para gestionar
el riesgo de los peligros
que pueden comprometer
la seguridad del agua de
consumo humano. Las
recomendaciones se deben
considerar en el contexto
de la gestión del riesgo de
otras fuentes de exposición a
esos peligros, tales como los
Introducción
(Capítulo 1)
Metas de protección
de la salud
(Capítulo 3)
Planes de seguridad del agua
(Capítulo 4).
Evaluación del
sistema Monitoreo Gestión y
comunicación
Vigilancia
(Capítulo 5)
Contexto de la salud
pública y resultados
en la salud
MARCO PARA LA SEGURIDAD DEL AGUA DE CONSUMO HUMANO
Marco conceptual para la
aplicación de las Guías
(Capítulo 2)
INFORMACIÓN DE APOYO
Aspectos
microbiológicos
(Capítulos 7 y 11)
Aspectos químicos
(Capítulos 8 y 12)
Aspectos
radiológicos
(Capítulo 9)
Aspectos relativos
a la aceptabilidad:
sabor, olor y
apariencia
(Capítulo 10)
Aplicación de las Guías en
circunstancias especícas
(Capítulo 6)
Cambio climático
Recolección de agua de lluvia
Situaciones de emergencia y desastres
Sistemas de desalinización
Agua inocua para viajeros
Aeronaves y barcos, etc
residuos, el aire, los alimentos y los productos de consumo.
1.1 Consideraciones y principios generales
El agua es esencial para la vida y todas las personas deben disponer de un abastecimiento
satisfactorio (suficiente, seguro y accesible). La mejora del acceso al agua de consumo
humano puede proporcionar beneficios tangibles para la salud. Se debe hacer el
máximo esfuerzo para lograr que el agua de consumo humano sea tan segura como
sea posible.
El agua de consumo humano segura, como se define en las Guías, no ocasiona
ningún riesgo significativo para la salud cuando se consume a lo largo de toda una
vida, teniendo en cuenta las vulnerabilidades diferentes que se pueden presentar en
distintas etapas de la vida. Los que presentan mayor riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua son los lactantes y
los niños pequeños, las personas debilitadas
y los adultos mayores, especialmente
si viven en condiciones antihigiénicas.
Generalmente, los que están en situación
de riesgo de contraer enfermedades
transmitidas por el agua pueden necesitar
tomar medidas adicionales para protegerse
contra la exposición a agentes patógenos
en el agua, tales como hervir el agua que
van a beber. El agua de consumo humano se requiere para todos los usos domésticos
habituales, incluida el agua para beber, para la preparación de alimentos y para la
higiene personal. Las Guías se aplican al agua envasada y al hielo destinado al consumo
humano. No obstante, se puede necesitar agua de mayor calidad para algunos fines
especiales, como la diálisis renal y la limpieza de lentes de contacto, y para determinados
usos farmacéuticos y de producción de alimentos. Las Guías pueden no ser adecuadas
para la protección de la vida acuática o para algunas industrias.
La finalidad de las Guías es apoyar el desarrollo y la ejecución de estrategias de
gestión de riesgos que garanticen la seguridad del abastecimiento de agua por medio
del control de los componentes peligrosos del agua. Estas estrategias pueden incluir
normas nacionales o regionales basadas en la información científica que proporcionan
las Guías. Estas describen los requisitos mínimos razonables que deben cumplir las
prácticas seguras para proteger la salud de los consumidores, y determinan “valores
de referencia” numéricos de los componentes del agua o indicadores de la calidad
del agua. Cuando se definen límites obligatorios (normas), es preferible considerar las
Guías en el contexto de las condiciones locales o nacionales medioambientales, sociales,
económicas y culturales. Las Guías también deben formar parte de una estrategia
general de protección de la salud, que incluya el saneamiento y otras estrategias,
como la gestión para prevenir la contaminación de alimentos. Esta estrategia también
suele incorporarse en un marco legislativo y reglamentario que adapta las Guías para
abordar las necesidades y las circunstancias locales (ver también la sección 2.6).