Historia, pregunta formulada por issysb, hace 6 meses

explica Qué relación entre la vida y la muerte de establece la cultura estudiada y qué relación propone al respecto en el Antiguo Egipto​

Respuestas a la pregunta

Contestado por luisaanco1967
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La muerte y las ceremonias que la rodean son el momento privilegiado para la aparición de las “imágenes habitadas”; imágenes que, en el contexto de un ritual dado, se convierten en espacios capaces de albergar la presencia del individuo fallecido. En el antiguo Egipto, donde la muerte ocupaba un lugar central dentro de su sistema creencias –o, al menos, es una de las partes más destacadas que nos ha llegado–, se pueden localizar ejemplos de gran elocuencia a través de los cuales comprobar este funcionamiento simbólico de la imagen. El cuerpo muerto, inerte, era la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y, también, era uno de los vehículos con el que se debía cruzar el mágico umbral. El muerto, cuando abandonaba el cadáver, podía disponer de numerosos recursos que le permitían moverse a lo largo de las múltiples pruebas que le aguardaban. También podía entrar en contacto con los vivos por medio de recursos como los sueños o las imágenes que le servirían de morada para su ba o akh. En el sortilegio 65 del Libro de los muertos se puede leer: “He salido en la forma de un akh viviente a quien la gente común en la tierra adora”[1]. Ese akh  viviente, que podía habitar en las estatuas que acompañaban al muerto en su tumba, era sólo una de las manifestaciones espirituales que poseían los egipcios. En la tradición cristiana normalmente se recurre al alma o al espíritu para aludir a la forma etérea que se contrapone al cuerpo físico; por el contrario, los antiguos egipcios disponían de un sistema de manifestaciones post mortem mucho más complejo.

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