Explica para qué se usaba cada edificio en el siglo XVIII y cuál es su uso actual en España
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Respuesta:
Por arquitectura de España se entiende la existente en lo que actualmente es territorio español y la realizada por arquitectos españoles en el mundo. Debido a la amplitud temporal y geográfica que tiene la historia de España, la arquitectura española ha tenido multitud de influencias y manifestaciones.
Incluso desde antes de los poblados que pudieron describir las fuentes romanas (como los de iberos, celtíberos, cántabros...), existen en la península ibérica vestigios de formas arquitectónicas comparables a otros ejemplos de las culturas mediterráneas y semejantes a los de Europa del norte.
Un auténtico desarrollo vino con la llegada de los romanos, que dejaron atrás algunos de sus monumentos más impresionantes en Hispania. La llegada de los vándalos, suevos y visigodos supuso una profunda decadencia en las técnicas romanas pero también el aporte de técnicas constructivas más austeras de vinculación religiosa, al igual como ocurrió en el resto de occidente. La invasión musulmana en el año 711 supuso un cambio radical en los siguientes ocho siglos y llevó a grandes avances en la cultura, incluyendo la arquitectura. Córdoba, capital de la dinastía Omeya y Granada, de la nazarí, fueron centros culturales de extraordinaria importancia.
En los reinos cristianos surgieron gradualmente y desarrollaron estilos propios, inicialmente aislados de las influencias europeas y más tarde integrados en las grandes corrientes arquitectónicas europeas románica y gótica, las cuales llegaron a alcanzar un auge extraordinario, con numerosas muestras religiosas y civiles a lo largo de todo el territorio. Simultáneamente se desarrolló el estilo mudéjar, del siglo XII al XVII, que se caracterizó por una mezcla de corrientes culturales de herencia estructural europea y decoración árabe.
Hacia finales del siglo XV y antes de colonizar América hispana con la arquitectura colonial y barroca, en España se experimentó con la arquitectura renacentista, desarrollada principalmente por arquitectos locales (Pedro Machuca, Gaspar de Vega, Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera, Andrés de Vandelvira...). El barroco español se caracteriza sobre todo por el exuberante churrigueresco, distinguiéndose de las influencias internacionales posteriores, y dando sus obras más importantes en desarrollo en el Imperio español americano, principalmente misiones, catedrales y arquitectura pública. El estilo colonial, que se mantuvo durante siglos, aún tiene una gran influencia en México, Centroamérica y los países del Pacífico sudamericano. El neoclasicismo tuvo su cumbre en el trabajo de Juan de Villanueva y sus discípulos.
El siglo XIX tuvo dos facetas: el esfuerzo en ingeniería para alcanzar un nuevo lenguaje y mejoras estructurales con hierro y vidrio como principales materiales, y la corriente académica que primero se enfocó en el historicismo y el eclecticismo y más tarde en los regionalismos. La entrada del modernismo en las corrientes académicas produjo figuras como Antonio Gaudí en la arquitectura del siglo XX. El Estilo Internacional fue liderado por grupos como el GATEPAC.
España está sufriendo una verdadera revolución técnica dentro de la arquitectura contemporánea y los arquitectos españoles como Rafael Moneo, Santiago Calatrava y Ricardo Bofill se han convertido en referentes internacionales.
Por la relevancia artística de muchas de las estructuras arquitectónicas de España, incluyendo partes enteras de ciudades, han sido designadas Patrimonio de la Humanidad. El país posee el segundo puesto en número de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, superado solamente por Italia.
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