Educ. Fisica, pregunta formulada por luananarelavflores, hace 8 meses

Explica los cambios que se producen en la respiración, el corazón y la temperatura corporal antes, durante y después del ejercicio.

Respuestas a la pregunta

Contestado por crespojosue87
2

Respuesta:

Antes de correr

Antes de comenzar a correr, nuestro cuerpo está en reposo. Eso indica que nuestro corazón late a un ritmo normal, de entre 60 y 70 pulsaciones por minuto, algo que depende de muchos factores que no entraremos a desglosar aquí. Nuestra musculatura está a una temperatura habitual, que ronda los 36 grados centígrados.

Esto comienza a cambiar cuando comenzamos el ritual obligatorio antes de correr: el calentamiento. El calentamiento busca precisamente ir poniendo a nuestro cuerpo en alerta para que vaya activando los mecanismos necesarios para comenzar una actividad deportiva mínima mente exigente.

Mientras corremos

Los síntomas del calentamiento se acentúan a la enésima potencia. El ritmo cardiaco suele subir a más del 70% de nuestro máximo, para poder mandar oxígeno a todo nuestro cuerpo. La musculatura, por su parte, emite sustancias químicas que luego servirán para su posterior desarrollo, así como para la metabolización de las grasas.

Asimismo, el corazón, que está trabajando a un alto rendimiento, es capaz de aumentar el volumen sistólico, de los 6 litros en reposo hasta los 17 que puede llegar a mover en pleno ejercicio. Nuestros pulmones, junto al corazón, son nuestros órganos más exigidos, ya que pueden llegar a mover hasta un 40% más de oxígeno que cuando estamos en reposo.

Después de correr

A nivel sanguíneo, nuestra sangre tendrá un mayor número de neutralizaros, un glóbulo blanco que está íntimamente ligado a la protección de nuestro organismo contra posibles infecciones. Eso sí, también se registran bajas en el nivel de linfocitos, que también son esenciales en la lucha contra las infecciones. Y, como es de esperar, aumenta el nivel de oxígeno en sangre, conocido como el hematocrito.

Como nuestros músculos son capaces de consumir el azúcar presente en nuestro riego sanguíneo, nuestra sangre tiene unos niveles más bajos de azúcar, lo cual es positivo para que nuestro páncreas tenga que producir menos insulina para mantener el nivel glucémico bajo control, bajando la posibilidad de sufrir diabetes en el futuro.

Explicación:

Otras preguntas