Biología, pregunta formulada por Nenamorena, hace 11 meses

Explica lo que sucedería si se rompiera uno de los huesecillos del oído medio.

Respuestas a la pregunta

Contestado por kareliz1202
60

Respuesta:

Esto es facil lo más probable sería una pérdida parcial o total de la audición pero en un solo oído, el ortro funcionaría normalmente. Una lesión así es muy improbable dada la ubicación protegida de estos huecesillos y de darse, lo más probable es que esté acompañada de un traumatismo encefalocraneano, mucho más peligroso.

Contestado por djaraq
7

Respuesta:

puede causar parálisis facial, pérdida de audición, hematomas detrás del oído y hemorragia auricular.

Explicación:

El conjunto de huesos del tímpano es un sistema mecánico que tiene ciertas frecuencias de resonancia. Por tanto, al llegar una onda sonora, además de vibrar con la (o las) frecuencia(s) de la onda, también puede ser estimulado a vibrar con otras frecuencias que son distintas a las que le llegan. Es así que se producen sonidos de frecuecias que no están físicamente presentes en la onda incidente. Las ondas así creadas dentro del tímpano son transmitidas al oído interno.  

Cuando el tímpano vibra, no lo hace de igual forma en un sentido que en el otro. Si se aplica a la membrana timpánica una presión hacia la derecha como ocurre en la figura 44, como cuando se da una compresión, los huesos del tímpano recorren cierta distancia. Si ahora se aplica la misma presión, pero a la izquierda, como cuando ocurre una rarefacción, la distancia recorrida por los huesos es distinta. Es decir, el tímpano vibra asimétricamente. Una consecuencia de este hecho es que se generan vibraciones del tímpano que combinan las frecuencias de ondas sonoras que llegan, tal como se describió en la sección V.2.  

Por otro lado, como ya se dijo, los huesos del tímpano están articulados por medio de ligamentos. Estos músculos pueden contraerse aumentando la rigidez del conjunto de huesos. Cuando llega una onda de mucha intensidad, los músculos se contraen de manera refleja, impidiendo que los huesos se muevan a distancias relativamente grandes en su vibración. De otra manera, al vibrar con mucha amplitud los huesos podrían desconectarse uno de otro dañando el tímpano. Vemos entonces que las ligaduras logran la protección del oído medio por medio de un amortiguamiento.  

Sin embargo, es claro que esta protección tiene un límite. Cuando el nivel de intensidad es extremadamente alto, los músculos que ligan a los huesos se pueden desgarrar con la consecuencia de que los movimientos de vibración de los huesos tienen desplazamientos muy grandes, causando daños al tímpano. Estamos ante una onda que ha llegado al umbral del dolor.  

En el oído medio se inicia la trompa de Eustaquio (Figura 44), que trabaja como una especie de válvula que sirve para igualar presiones. Cuando se "nos tapan los oídos" lo que ocurre es que el aire dentro del oído medio está muy comprimido. Una forma de aligerar esta presión es tragar con fuerza o mascar un caramelo. En este caso lo que ocurre es que la trompa se abre y el aire comprimido se va por ella, disminuyendo la presión dentro de la cavidad del tímpano.  

Cuando el estribo del tímpano vibra hace mover al unísono la ventana oval. Ésta a su vez induce un movimiento en la perilinfa, el líquido que se encuentra en la galería superior del caracol. Si, por ejemplo, el estribo comprime la ventana (Figura 46) entonces la perilinfa transmite este aumento de la presión al líquido de la inferior a través del helicotrema. Todo el espacio que contiene el líquido transmite la presión a las paredes que lo contienen. De esta manera, se comprimen, entre otras, la ventana redonda en la galería inferior y la membrana basilar.  

Al comprimirse la ventana redonda, transmite esta compresión al otro lado, o sea de regreso hacia el oído medio. El aire dentro del tímpano se comprime y abre la trompa de Eustaquio, por donde sale. De manera análoga, se transmite a través de las galerías y de regreso al tímpano una rarefacción que ocurra al despegarse el estribo hacia el interior del tímpano, jalando la ventana oval. Las vibraciones que ocurren en el tímpano se transmiten así por medio de la perilinfa.  

Por otro lado, como la perilinfa está también en contacto con la membrana basilar del caracol (véase figura 45), al vibrar el líquido hace que la membrana también vibre haciendo vibrar a su vez al líquido endolinfa. Esta vibración excita a las células ciliadas, haciendo que se muevan, doblen y tuerzan. Estos movimientos hacen que las células subyacentes emitan ciertos compuestos químicos, que a su vez disparan señales eléctricas que pasan a los nervios, a los que están conectadas. Finalmente, los nervios conducen el estímulo al cerebro. De esta manera se tiene la sensación de haber oído un sonido.

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